E. CALVO / C. MORCILLO

LAS PALMAS/MADRID. «No tengo ni un minuto, ahora mismo estoy negociando con el coronel cómo asistir a los inmigrantes del «Marine I»». Quien habla es uno de los responsables de la Media Luna Roja en Mauritania. Esta organización, junto con la Cruz Roja española, organizó ayer un segundo envío – el primero se realizó el lunes – de ayuda humanitaria para los 400 inmigrantes que aguardan a una solución en el buque negrero averiado hace cuatro días frente a las costas mauritanas.

«Con lo que mandamos ahora pueden aguantar tres días», cuenta el responsable de Ayuda de Emergencia de Cruz Roja en España, Jaime Bará, quien hace un llamamiento para que se alcance una solución que sigue sin llegar y «se respete la integridad de estas personas». Pero la falta de acuerdo entre Mauritania, España y Guinea aleja cada vez más a los inmigrantes de tierra firme. Mientras, «esperamos que llegue pronto la ayuda»: 3.000 litros de agua, 400 kits higiénicos y de vestimenta, 200 kilos de arroz y 545 kilos de verduras.

«No sabemos qué va a pasar, estamos desconcertados», revelaron a este periódico fuentes de la organización humanitaria en Canarias. Lo cierto es que tanto en las Islas como en Mauritania «están todos los dispositivos preparados para un posible desembarco».

Los miembros de estos equipos de respuesta temen por el estado de los pasajeros del «Marine I». Llevan ya muchos días en el barco, «y sus fuerzas empiezan a flaquear». No hay casos graves, pero la debilidad ya se deja notar entre los inmigrantes, según han asegurado a través de la radio – «todavía no ha subido nadie al buque» – . No es su único medio de comunicación. «Los primeros días se valían de pancartas para que supiéramos cuántas personas hay a bordo».

Cada vez son más las fuentes que apuntan a la cifra de 400, todos varones adultos; «algo más de la mitad del pasaje parece ser de la región de Cachemira, y el resto de países africanos como Sudán, Etiopía, Sierra Leona, Costa de Marfil, Somalia y Guinea».

Mesquida, en Austria

Por otra parte, el director general de la Policía y la Guardia Civil visitó ayer la frontera de Nickelsdorf, la principal de Europa Central para firmar acuerdos con la Policía de ese país en materia terrorista y de innmigración ilegal, entre otras materias. Los acuerdos incluyen la creación de grupos conjuntos de reacción rápida en esa frontera, por donde más de trece millones de personas entran cada año en la UE.