E. P./MADRID
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización dedicada a introducir en España trabajadores extranjeros irregulares que iban dirigidos al sector de la construcción y que portaban tarjetas de identidad portuguesas falsificadas, informó ayer la Policía.

Los inmigrantes son de origen ucraniano, guineano y brasileño y eran contratados a través de diferentes empresas radicadas en el país luso, que a su vez eran subcontratadas por otras mercantiles españolas para realizar diferentes trabajos en el ramo de la construcción. La Policía calcula que la organización ha introducido a cerca de un millar de trabajadores irregulares en obras de diversas ciudades españolas, por un salario de 5 euros a la hora.

En la operación policial fueron detenidas diez personas, entre las que se encuentran los titulares, gerentes y responsables de las empresas, implicados en los presuntos delitos de asociación ilícita, contra los derechos de los trabajadores y falsedad documental.

Asimismo, han sido arrestados catorce inmigrantes que se encontraban en situación irregular. Los policías que participaron en la operación contaron con la colaboración de los órganos competentes del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Según la Policía, las investigaciones se iniciaron en noviembre del año 2005, tras un control de Extranjería en un hostal de Las Palmas de Gran Canaria. Los inspectores comprobaron que un número considerable de ciudadanos brasileños allí alojados eran portadores de «permisos de permanencia» de Portugal .

Los extranjeros alegaron que trabajaban en el ramo de la construcción y que habían sido contratados por una empresa portuguesa.