Un grupo de kosovares asesina a un marroquí que les tomó el pelo al venderles ladrillos en vez de hachís
Miembros de la banda que fue engañada encontraron a uno de los estafadores y, tras torturarle, le pegaron dos tiros
La Verdad, 07-02-2007LA VERDAD/MURCIA
En el manual básico del delincuente debiera de figurar una leyenda, al modo de los paquetes de tabaco, en la que se advirtiese que tratar de pasarse de listo con según qué gente puede tener graves efectos sobre la salud. Tan graves como puede serlo un disparo a bocajarro en la sesera.
De ello bien podría hablar, aunque a estas alturas ya no le sea posible, un marroquí de unos 25 años cuyo cadáver fue hallado el fin de semana pasado en el maletero de un coche, un Audi A – 3, con un disparo en la cabeza y otro en el tórax. El cuerpo había sido abandonado en un paraje rural de la partida de Lo Romero, en Pilar de la Horadada, al sur de la provincia de Alicante.
La investigación sobre el suceso fue asumida desde el primer momento por agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Alicante, cuyas primeras gestiones se dirigieron a tratar de averiguar la identidad de la víctima. Para ello se centraron en el coche en el que se encontraba el cadáver, un Audi A – 3, que al parecer era propiedad de la víctima, aunque la documentación aparecía a nombre de otra persona.
Fuentes de la Guardia Civil apuntan a que el vehículo pudiera haber sido robado en Murcia, en concreto en la zona de Santo Ángel o La Alberca.
Pese a los pocos datos de que disponían en esos primeros momentos, los agentes lograron dar sin embargo con el domicilio del fallecido, ubicado en la pedanía murciana de Santiago el Mayor, y más tarde con su novia, que habría aportado algunos datos trascendentales para la investigación. Así, los guardias civiles conocieron que el joven marroquí asesinado y su novia habían sido retenidos en su domicilio por un grupo de ciudadanos del Este de Europa – al parecer, los primeros datos apuntaban a que podrían ser de nacionalidad búlgara – , y que, tras intimidarles con armas de fuego, les habrían golpeado para obligarles a revelar el lugar donde escondían una importante cantidad de dinero.
Según averiguaron los agentes, el fallecido y otros magrebíes habían llegado a un acuerdo con otra banda de delincuentes, unos días antes, para venderles un importante alijo de hachís, cuyo precio estaría en torno a los 100.000 euros (cerca de 17 millones de pesetas).
Sin embargo, el grupo de magrebíes habría intentado tomarles el pelo y hacer un doble negocio – quedarse con el dinero y con la droga – y habrían entregado a la otra organización varios fardos similares a los que se utilizan para el transporte de drogas, pero que en realidad iban rellenos de ladrillos.
Una violenta reacción
Cuando los estafados descubrieron el engaño, habrían iniciado la búsqueda de los traficantes de hachís hasta dar con uno de ellos en su domicilio de Santiago el Mayor. Su novia, que se encontraba junto a él, también sufrió las represalias de los ofendidos.
En un momento dado, y después de haber estado golpeando durante un buen rato al rehén, telefonearon a dos amigos de éste para obligarles a entregar el dinero. Pese a que éstos aparentemente se negaron a hacerlo, los delincuentes rivales acabaron encontrando los fajos de billetes en la casa del secuestrado y fue entonces cuando, en represalia, decidieron asesinarlo.
Aunque no ha trascendido si le dieron muerte en la misma casa o en el descampado donde más tarde fue hallado el Audi A – 3 con el cadáver, lo cierto es que le asestaron dos tiros – uno de ellos en la cabeza – y se deshicieron del cuerpo.
Fuentes de la investigación han confirmado que los dos amigos del fallecido fueron detenidos horas después en Murcia, donde se habían ocultado para evitar ser localizados por la banda a la que habían engañado. Pueden ser acusados de tráfico de estupefacientes.
Por lo que respecta a los autores del crimen, la Policía Judicial podría haber detenido en las últimas horas a dos o tres hombres, en apariencia de origen kosovar, que estarían siendo interrogados. Por el momento se desconocen más datos sobre los sospechosos, que serían puestos a disposición de un juzgado de Orihuela.
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