Piden cien años de cárcel para los 14 jefes de los Latin Kings en España

Se repartieron el país en dos 'reinos' Madrid y Cataluña

La Verdad, 06-02-2007

Los presuntos catorce cabecillas de los Latin Kings en España serán juzgados el próximo 14 de febrero en la Audiencia Provincial de Madrid acusados de pertenencia a banda ilícita y toda una variedad de actos violentos. El fiscal solicita un total de 100 años y tres meses de prisión para los acusados, todos de nacionalidad ecuatoriana y entre los que figura el líder y fundador Eric Javier, alias Padrino, que sigue manda desde la cárcel.

El escrito de conclusiones del fiscal expone con toda suerte de detalles la organización piramidal de la banda y muestra cómo para pertenecer a la estructura los aspirantes están obligados a «sufrir una agresión» de sus propios compañeros, «o bien cometer un delito contra la integridad física de una persona».

Así, según relata el representante del Ministerio Fiscal, Eric Javier fundó en febrero del 2000 la Sagrada Tribu América Spain (STAS) de la Todopoderosa Nación de los Latin Kings – con un estremecedor Manifiesto fundacional – junto con el primer miembro de la banda, José Fabricio I.L, que ejercía el cargo de Príncipe. Tras estos dos personajes, la siguiente líder es la acusada María T.O., la Madrina, dirigente de la sección femenina de los Latin.

Poco a poco la banda fue «evolucionando hacia una estructura fuertemente jerarquizada» y junto al Padrinos e creó la figura del León Negro (Javier Efraín B.C.) y León Dorado (Pablo Antonio S.F.) que tenían como cometido proteger al mismo. En un escalón posterior, agrega el fiscal, se encuentran los sagrados, los regionales del Reino, los supremas y los príncipes de Corona. A continuación, los miembros se organizan a nivel territorial por grupos denominados capítulos.

Este grupo se estructura territorialmente en dos Reinos: Madrid, que es el Reino Inca, y Cataluña, que es el Reino Hispano. Según el escrito jurídico, el objetivo de este clan, más allá de fomentar los lazos de unión entre miembros de la misma nación u origen étnico, es cometer infracciones penales contra la vida y la integridad física de las personas. Una vez se había ingresado en la banda, era muy difícil salir de la misma, ya que era preciso un permiso especial por parte de los dirigentes, que generalmente se denegaba, o bien se condicionaba a elevadas cantidades de dinero.

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