Mauritania vuelve a rechazar el buque negrero rescatado por un barco español Guinea custodió el pesquero, con más de 200 asiáticos a bordo, durante semanas pero no pudo evitar su salida
ABC, 06-02-2007E. CALVO/C. MORCILLO
LAS PALMAS/MADRID. Mauritania seguía anoche diciendo «no» a España mientras unos 200 asiáticos – más de 300 según algunas fuentes, que hablaban de mujeres y niños – esperaban ansiosos una solución a bordo de un barco negrero a unas 12 millas del puerto de Nuadibú. Llevan desde el sábado varados en alta mar, con el auxilio del buque de Salvamento español «Luz del Mar», y el rechazo de las autoridades mauritanas a que desembarquen. Exteriores intentaba buscar una solución a la desesperada ante un caso que amenaza con convertirse en un nuevo «Francisco y Catalina» (el pesquero valenciano que rescató a unos náufragos africanos frente a Malta).
Mauritania se niega a aceptar a un barco que pidió socorro en sus aguas territoriales, pero no jurisdiccionales y que no había partido de ninguno de sus puertos, según confirmaron fuentes de Exteriores. «Estamos a la espera de que se aclaren responsabilidades», señalaron fuentes del Departamento. Los inmigrantes están asistidos y no hay enfermos a bordo, pero su futuro es más que incierto. Ayer desplegaron una pancarta en mitad del mar dirigida a no se sabe quién.
Aguas territoriales
Hace ya más de dos semanas que las autoridades españolas sabían que existía el «Marine I», el buque negrero que fue rescatado el sábado en aguas territoriales mauritanas, según explicaron a este periódico fuentes de toda solvencia. El barco, que fondeó una larga temporada en el río Komponi (en la República de Guinea, en la frontera con Bissau), fue detectado por las autoridades de Conakry, que pidieron auxilio a Europa para poder solucionar el problema.
No hubo respuesta. «Necesitaban dinero para quitarse el problema de encima, y los distintos países a quienes compete este asunto lo que han hecho ha sido mirar para otro lado», señalan las fuentes consultadas. Exactamente hacían falta unos 30.000 euros, «y los asiáticos y las mafias que han organizado su viaje (un grupo de griegos y marroquíes) habrían sido detenidos hace tiempo».
Esa cantidad era la necesaria «para llevar a cabo el desembarco, las detenciones, poder hundir el buque para que no volviese a ser utilizado por las mafias, y eliminar los materiales contaminantes de la embarcación», señalan las mismas fuentes, al tiempo que aseguran que «Guinea no dispone de medios para afrontar sola este tipo de operaciones». Máxime, continúan, «con la coyuntura interna del país, que ha estado al borde del conflicto bélico tras la huelga general del funcionariado», saldada con el nombramiento de un nuevo primer ministro que sustituirá al presidente Lansana Conté.
Guinea controló el buque durante semanas sólo con una patrullera y nueve zodiacs y proporcionó agua y arroz al grupo de asiáticos. Al parecer, no es la primera vez, y ocurrió lo mismo con el barco que hace menos de un mes desembarcaba por sus propios medios en la isla de El Hierro, tras zarpar de Sierra Leona.
Desde Guinea piden ayuda para evitar que se repita la historia. «En África hay muchos asiáticos dispuestos a emigrar; sólo en la República de Guinea se han asentado unos siete mil», a los que hay que sumar la cada vez más numerosa colonia de chinos – «ya unos cinco mil» – , firmes candidatos también a salir ilegalmente del país.
Negociaciones aparte, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) exigió ayer la asistencia «digna e inmediata» para los más de 200 asiáticos que permanecen escoltados por España, «muchos de ellos posiblemente solicitantes de asilo, dada la conflictiva situación de sus países».
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