El local en Valencia sufre daños causados por petardos y silicona en la puerta “Si el sábado llega a haber alguien en esa zona de la sede posiblemente hubiera resultado herido”. Son palabras de Jaume Durá, un responsable de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en la Comunitat Valenciana. Se refiere al “sexto ataque en un año que sufre la sede en Valencia, una explosión muy fuerte que rompió una ventana y lanzó cristales a gran distancia”.


El ataque, al igual que los anteriores, ha sido denunciado a la Policía. Según Durá, “tiene carácter racista y xenófobo”. Aunque no ha sido reivindicado por ningún grupo ni los trabajadores han recibido amenazas, “no es normal que en la sede haya sido atacada con tanta insistencia sin que haya ocurrido algo similar en otros locales del barrio”.


El primero de estos hechos se produjo el 21 de febrero de 2006 y el último el pasado sábado. En todos los casos, la CEAR los ha denunciado ante la Policía Nacional y hasta la fecha no les consta que se hayan producido detenciones.


En varias ocasiones, las puertas de la sede, situada en la calle Francisco Moreno Usedo, han aparecido llenas de silicona. Otras veces han estallado petardos que han dañado ventanas, puertas y hasta el rótulo informativo de la CEAR, “pero lo ocurrido el viernes ha sido lo más fuerte hasta la fecha”, lamentó Durá. Las sospechas de los trabajadores recaen sobre “alguien del barrio, ya que en una ocasión cayó un petardo desde lo alto sobre algunos empleados que estaban en la calle”