El Gobierno de Marruecos cerrará este mes un contrato con el astillero vigués Rodman – Polyships para la construcción de diez nuevas lanchas patrulleras que serán utilizadas por la Marina Real para la vigilancia costera y que, entre otras funciones, tendrán encomendada la lucha contra la inmigración clandestina.


Marruecos pagará 35 millones de pesetas por estas embarcaciones, similares a las que utiliza la Guardia Civil española, tripuladas hasta por cinco personas, con una eslora cercana a los 17 metros y con capacidad para alcanzar velocidades punta 50 nudos.

El astillero vigués ya construyó en el 2003 un total de 17 patrulleras para el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, cinco embarcaciones para navegación de altura y doce de interceptación.

Entonces fueron consideradas unidades de última generación. Las patrulleras de altura tenían una eslora de 30 metros con seis de manga y una velocidad punta de 31,5 nudos.

Rodman negoció también con el presidente venezolano, Hugo Chávez, la construcción de un lote de lanchas de poliéster para vigilancia costera. En total, la administración venezolana acabó firmando un contrato con cinco empresas gallegas de casi 312 millones de euros para la construcción de embarcaciones y avionetas.

En el caso del nuevo contrato con Marruecos, el astillero vigués inició la negociación a finales del pasado año. Fuentes de la empresa informaron ayer que a falta de cerrar «algunos flecos financieros», la construcción de las patrulleras podría comenzar en breve