Tripulantes venezolanos de un «narcobarco» malviven en Vilagarcía a la espera de juicio

La Voz de Galicia, 06-02-2007

Son cuatro. Sus edades oscilan entre los 25 y los 49 años y sobreviven como pueden en las calles de Vilagarcía, encerrados en una trampa que les impide tanto volver a Venezuela como trabajar legalmente para ganarse la vida. Los cuatro tripulaban el buque Caridad C , interceptado en el Atlántico en julio del 2003 con tres toneladas y media de cocaína en sus tripas.


Lo que conocen de Galicia es, fundamentalmente, el interior de la cárcel de A Lama, donde acaban de cumplir 41 meses de prisión preventiva. El 14 de diciembre pasado abandonaron sus muros para malvivir hasta que la Audiencia Nacional fije fecha para el juicio.


Al carecer de pasaporte, no pueden inscribirse en el Inem. Como no figuran en él, no pueden percibir el subsidio correspondiente a las jornadas laborales que cotizaron a la sombra – uno de ellos suma 289 – ni procurarse un trabajo legal. El permiso de residencia, claro, es una quimera.


«Fíjense que es la familia de allá la que tiene que sacrificarse para mandarnos aquí lo que puede, y el dinero de allí no tiene apenas valor», lamenta Armando, que patroneaba el Caridad C. En casa le esperan cinco hijos. Explica que toda su gente se dedicaba a la pesca. Que un buen día los contrataron para transportar combustible hasta un buque en alta mar. Que allí, a bordo del maltrecho pesquero, un colombiano les hizo una oferta que no pudieron rechazar. Que 50.000 euros por barba son una fortuna frente a los 400 que como mucho ingresaban cada mes con sus aparejos. En Arousa comen gracias a Cáritas mientras esperan que la Administración desate de alguna forma sus manos para subsistir por ellos mismos.

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