Diario de Lazarote
Canarias. “Hay que tener cuidado en no presentar al inmigrante como una fuente de enfermedades porque no es así”
Según las estadísticas, sólo 200 de los más de 31.000 inmigrantes que llegaron en cayuco a Canarias durante 2006 necesitó asistencia sanitaria, y en ningún caso por razones ajenas al esfuerzo del viaje. Unos datos que parecen dar la razón al director ejecutivo del Centro Internacional para la Migración y la Salud, Manuel Carballo, quien advierte a los medios de comunicación de que tengan “mucho cuidado en no presentar al inmigrante como una fuente de enfermedades porque no es así”.
ND, 05-02-2007“El inmigrante, en principio, es una persona sana, son jóvenes, los que ha resistido todas las enfermedades que había en sus países, y representan por tanto un riesgo muy pequeño”, declaró a ACN Press Carballo, que asistió este fin de semana al I Foro Internacional de Periodismo Sanitario celebrado en la capital grancanaria. No obstante, reconoció que eso no quiere decir que no haya que poner en marcha todos los mecanismos sanitarios para prever cualquier complicación sanitaria.
En este sentido, apuntó que “probablemente no se está haciendo lo que se debería hacer no porque no haya deseo de ello, sino porque no se comprende bien la problemática, no se hace lo suficiente para conocerlo”. Para Carballo, lo principal sería invertir mucho más en los países emisores, en sus sistemas sanitarios, apuntando que, incluso desde el punto de vista económico, esta solución es más efectiva que cualquier otra.
Por otro lado, reconoce que la incidencia de determinadas enfermedades, como la tuberculosis, enfermedades de trasmisión sexual, reproductivas (que provocan abortos) o enfermedades cardiovasculares y la diabetes, está subiendo entre la población inmigrante, aunque destaca que “no hay evidencias” de que estas enfermedades se estén extendiendo a la población que los acoge.
“La incidencia de la tuberculosis en Europa está aumentando a través de la inmigración –reconoció- pero no hay evidencias de que esa enfermedad se esté expandiendo entre la población de los países que los acogen, no es una crisis”.
En el caso concreto de la tuberculosis, admitió que se están dando casos en el este de Europa de tipos de tuberculosis resistentes a todos los fármacos conocidos que sí podrían constituir un problema en el futuro.
A pesar de todo ello, Carballo quiso insistir en el peligro de presentar a los inmigrantes como supuestos portadores de enfermedades, primero, porque sostiene que no es cierto, y segundo, por la alarma social innecesaria que podrían generar informaciones en este sentido.
Para Carballo, la solución pasa por invertir y actuar de forma activa en los sistemas sanitarios de los países emisores, así como mejorar las condiciones de salubridad, realizarles chequeos en sus países de origen y mejorar los servicios de atención en los países receptores, recordando que todavía los inmigrantes siente cierta aprensión a acudir a los centros sanitarios al considerarse excluido socialmente.
(Puede haber caducado)