"La Gaceta". ARGENTINA: "Las lecciones que deja el Holocausto"
Prensa Latinoamericana, 04-02-2007La palabra holocausto es de origen griego y significa “sacrificio por fuego”. Sin embargo, desde la Segunda Guerra Mundial fue cargándose de sentido hasta casi convertirse en sinónimo de uno de los crímenes más aberrantes cometidos en la historia. El término fue y es empleado para dar nombre a las persecuciones y a los asesinatos sistemáticos organizados por el gobierno nazi y sus colaboradores.
Adolf Hitler y sus seguidores, que habían llegado al poder en enero de 1933, creían que los arios pertenecían a una raza superior, la única que merecía vivir. Como consecuencia, explotaron, torturaron y dieron muerte a seis millones de judíos. Pero no fueron exterminados sólo judíos, sino también gitanos y discapacitados (físicos o mentales); y otros grupos fueron perseguidos por razones políticas, religiosas o de orientación sexual (intelectuales, comunistas, socialistas, cristianos, testigos de Jehová y homosexuales). Además, cerca de tres millones de prisioneros de guerra soviéticos fueron asesinados o murieron de hambre, enfermedad, descuido o maltrato, y millones de ciudadanos polacos y soviéticos fueron deportados y enviados a campos de trabajos forzados de Alemania o de la Polonia ocupada. Incluso antes de que la Segunda Guerra Mundial estallara, en 1939, los nazis habían encerrado a los judíos dentro de guetos en sus propias ciudades; más tarde crearon los campos de concentración, y hacia allí deportaron a judíos, a gitanos y a otras víctimas de su odio étnico y racial, a los que se sumaron a oponentes políticos. Según dan cuenta numerosas crónicas custodiadas por el Museo Holocaust Memorial, de Washington D.C., en 1933, la población judía de Europa sobrepasaba los nueve millones. La mayoría de los judíos europeos vivía en países que Alemania ocupó o dominó durante la Segunda Guerra Mundial. Como resultado, hacia 1945, dos de cada tres judíos europeos habían sido ejecutados como parte de la llamada “solución final”. Los horrores de la Segunda Guerra Mundial dieron lugar a la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El 1 de noviembre de 2005, la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 60/7, por la que designó el 27 de enero “Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto”. El entonces secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, describió ese día especial como “un importante recordatorio de las enseñanzas universales del Holocausto, atrocidad sin igual que no podemos simplemente relegar al pasado y olvidar”. “La repulsa al genocidio, al asesinato sistemático de seis millones de judíos y de millones de otras personas fue también uno de los factores que promovieron la Declaración Universal de Derechos Humanos”, recordó en el mismo discurso. El 27 de enero fue elegido para conmemorar ese genocidio porque en esa fecha, en 1945, el ejército soviético liberó el mayor campo de exterminio nazi, el de Auschwitz-Birkenau, en Polonia. Como parte de los actos por el “Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto” se inauguró en la Catedral de Tucumán la muestra “Ghetto, historias compartidas” que puede visitarse hasta el 12 del corriente. Las imágenes brindan testimonios estremecedores de quienes padecieron el Holocausto y deberían ser vistas por todos los tucumanos. Vivimos en un mundo cada vez más convulsionado; sufrimos guerras en diferentes lugares del planeta, discriminaciones religiosas e ideológicas, fundamentalismos que impiden a los hombres alcanzar la paz. Los pueblos que no luchan contra el racismo de todo tipo socavan su futuro.Texto en la fuente original
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