"La Opinión". MÉXICO: "‘Les doy las gracias en nombre de mis paisanos y hermanos’"
La historia de Juan, la de una madre y la de una hija, se mezclan con la emoción de quienes viviendo en la frontera, descubren que no están solos
Prensa Latinoamericana, 04-02-2007PHOENIX, Arizona.— La gente describe a Juan como un buen hombre: paga sus impuestos, sostiene a su familia y habla inglés. Para algunos, su vida raya en lo perfecto. Sin embargo, le falta algo: él y su esposa no son residentes legales de Estados Unidos, aunque viven aquí respetando todas las otras leyes de este país. Tienen una hija que es ciudadana estadounidense, que habla más inglés que español y que está acostumbrada a la vida aquí, “en el otro lado”.
uan llegó a Estados Unidos a finales de los años ochenta y fue miembro activo del movimiento que se conoció como “la rodineada”, en referencia a la ley Simpson-Rodino. Sin embargo, no le fue posible lograr la residencia permanente, debido al corto tiempo que él y su esposa llevaban viviendo aquí.
La historia de Juan, junto con la de otros inmigrantes que viven en Arizona, fue compartida la mañana de ayer con los integrantes de la Marcha Migrante en el Library Park de la ciudad de Yuma. Cerca de 50 personas, entre activistas, jornaleros y simpatizantes que se presentaron en el lugar, como dijo una mujer, “porque yo también fui indocumentada”, recibieron a la caravana y plantaron 100 cruces en el lugar en homenaje a los migrantes muertos.
Ahí mismo entregaron las cartas con historias como la de Juan. O como la del hombre que no ha podido ascender en el trabajo por no ser residente legal, pero que se niega a dejar el país porque sólo aquí su hija tendrá una oportunidad de ir a la universidad. O la de una mujer que relata cómo las leyes estadounidenses la ayudaron a ella y a su madre de escapar de un padrastro abusivo. Historias que se irán sumando a otras durante los próximos días y que serán entregadas en Washington a los congresistas encargados de debatir la reforma migratoria.
Una noche antes, la caravana migrante se detuvo en la frontera entre Mexicali, Baja California, y Caléxico, California, para colocar en el lado estadounidense algunas cruces en memoria de los migrantes caídos. Del otro lado de la reja que divide los dos países, un vendedor ambulante observaba el movimiento. Finalmente, se acercó a preguntar quiénes eran los que ahí estaban.
“Venimos en una marcha, vamos a ir por toda la frontera. Estamos pidiendo que les den a los migrantes una oportunidad de tener una mejor vida”, le explicó Guillermo Roacho, quien partió de San Diego con la caravana en compañía de su familia. “Estamos poniendo cruces por todos los que han muerto al cruzar”.
“Pues a nombre de mis paisanos yo se los agradezco”, respondió el hombre emocionado. “Tanto yo como mis hermanos que están de aquel lado de la frontera se los agradecemos, a usted y a todas las personas que nos tienen presentes”.
Cada lugar cuenta una historia.
Como la de la mesera que atiende el restaurante de comida china cerca del cruce, y que después de narrar cómo han detenido a migrantes en las últimas semanas, agrega: “Qué bueno que alguien hace eso, que vienen de tan lejos, porque a veces uno quiere hacer algo, pero estando acá se siente tan solo…”.
Al mediodía de ayer la caravana arribó a Phoenix, en donde fue recibida con aplausos por los cerca de 80 dirigentes de organizaciones que asistieron a la Convención de Líderes Hispanos en esta ciudad. Aplaudiendo y de pie, los asistentes expresaron su apoyo al grupo encabezado por Enrique Morones, director de la organización Ángeles de la Frontera, quien encabeza la marcha.
Morones pidió a los allí presentes y a todos quienes apoyan la caravana, que todos los días, al mediodía, hagan una pequeña oración, recen un padrenuestro o realicen una pequeña reflexión en un momento de silencio, en solidaridad con la Marcha Migrante, que hoy estará en las ciudades de Tucson y Douglas, Arizona. En esta última se realizará un homenaje a Francisco Javier Domínguez, el migrante poblano muerto hace unas semanas por un agente de la Patrulla Fronteriza.
Solidaridad de activistas
El senador de California, Gil Cedillo; la directora de Hermandad Mexicana, Gloria Saucedo; la directora del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), Ángela Sanbrano; el activista Peter Schey y el presidente de la Asociación Política Mexico Americana (MAPA), Nativo López, entre otros, mostraron su solidaridad ayer con la Segunda Marcha Migrante.
Ya sea comprando una camiseta conmemorativa del evento, dando un abrazo solidario, y alguno incluso deslizando discretamente un cheque, los asistentes a la Convención de Líderes Hispanos en Phoenix ofrecieron su respaldo a la caravana que ayer llegó a esa ciudad.
“Esto es importante, porque la nación necesita saber en este momento la realidad frente a la discusión de una reforma migratoria, la necesidad que tenemos de las reformas y qué pasará con la gente si no se realiza este año”, dijo Gil Cedillo a La Opinión. “La situación que ocurriría y que repercutiría en los migrantes no refleja lo que es la historia de este país, hecho precisamente por migrantes”.
“Esta marcha visitará puntos críticos de la frontera, en donde hay un movimiento importante, hay persecución y hay rescate”, comentó por su parte Nativo López, quien participó en la primera edición de la Marcha Migrante que fue a Washington, D.C., el año pasado.
“La llegada de la marcha le recuerda a la gente que no están solos. Por todo el país están saltando chispas, como esta convención y otras reuniones que se están realizando. Y lo importante es el contacto; la gente se anima con la marcha, pero los que van en la caravana se alimentan también de la calidez de quienes salen a recibirlos”, dijo López.
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