Problemas y soluciones

"La Prensa Gráfica". EL SALVADOR. "Inmigración, un callejón con pocas salidas"

Ernesto Rivas Gallont/Columnista de LA PRENSA GRÁFICA

Prensa Latinoamericana, 04-02-2007

A simple vista, el problema migratorio en Estados Unidos podría estar tomando un camino más prometedor para los inmigrantes, sobre todo por el control del Congreso que hoy tienen los Demócratas.

Eso es a simple vista. Pero el problema es mucho más complejo y si bien los Demócratas apoyan al presidente en su intención de promover una reforma migratoria comprensiva, hay seria oposición en el propio partido del presidente, en los medios y en la opinión pública en general.

A pesar de los repetidos esfuerzos de la Casa Blanca, el Congreso no ha podido aprobar, hasta ahora, una reforma migratoria como la propone el presidente Bush, principalmente porque todo el debate gira alrededor de la aprobación de una amnistía masiva, que muchos la consideran un premio para los inmigrantes ilegales.

Migración es tema crítico en la agenda del 110º Congreso recién instalado. La aprobación de una reforma migratoria comprensiva es un proceso complejo, pues no se trata simplemente de una nueva ley, sino de modificar toda la legislación vigente que toca el punto y a la vez endurece los mecanismos de control.

En su informe sobre el estado de la nación, el presidente aseguró que no se trata solamente de una amnistía. El plan incluye también la aprobación de reformas de fondo que, entre otros, refuerza la seguridad fronteriza, fortalece las medidas para controlar la aplicación de las leyes laborales, crea un programa de trabajadores temporales, resuelve la situación de indocumentados y promueve su asimilación en la sociedad. Todos estos elementos tendrán que ser considerados en conjunto, o ninguno de ellos será resuelto.

Los obstáculos más serios que el presidente confronta son el prejuicio de la prensa, la animosidad hacia él y el resentimiento marcado en las bases de su partido.

En mayo del año pasado, Bush habló ante una reunión conjunta del Congreso para promover su plan de reformas, pero nada logró. A pesar que la Cámara de Representantes había aprobado un proyecto de ley, el Senado no pudo ponerse de acuerdo y su propio proyecto fue derrotado 55 a 40 votos.

Actualmente, Estados Unidos admite un millón de residentes permanentes legales al año. Esto equivale agregar anualmente a la nación una ciudad de buen tamaño, lo que pone mucha presión sobre las comunidades en temas como salud, educación e infraestructura.

Estos niveles de inmigración no se habían visto antes y no pueden ser soportados por mucho tiempo. El crecimiento se debe, principalmente, al sistema vigente de preferencias para las familias que se encontraban en el país con anterioridad. Se complica, además, por el incremento en las visas de trabajo patrocinadas por empresas nacionales.

Es generalmente aceptado, que un nivel de inmigración sostenible sería de 300,000 personas por año y para reducir el número actual, muchos proponen medidas drásticas migratorias, la eliminación de preferencias familiares para los hermanos adultos e hijas de los que ya se encuentran allá, eliminar la lotería de visas y eliminar el derecho de ciudadanía a los hijos de ilegales que nacen en el país.

Hay muchos inmigrantes que son ejemplares en su conducta y su trabajo, pero, lamentablemente, la atención de los norteamericanos no se fija en ellos, sino en los que se mantienen al margen de la ley.

Muchos ven la amnistía como un incentivo para que los beneficiados traigan a sus familiares a Estados Unidos, incrementando así la inmigración.

El problema es de gran magnitud, y si bien la amnistía sería costosa en términos políticos, el plan, sin ella, no funciona y eso viene a complicar aun más la situación.

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