El fiscal pide un siglo de cárcel para los jefes de los «Latin King»
El próximo día 14 comienza el juicio contra quienes introdujeron al grupo
La Razón, 04-02-2007Madrid – Con la polémica sobre las bandas latinas y su mayor o menor
peligrosidad reabierta tras los disturbios de Alcorcón, el próximo día 14
comienza en la Audiencia Provincial de Madrid el juicio contra los
principales cabecillas de los Latin King en España, los que introdujeron
los ritos y maneras de esta peligrosa banda en nuestro país. La Guardia
Civil detuvo a los 14 imputados en febrero del año pasado en la operación
«Pañuelo», y once de ellos ingresaron en prisión provisional por esta
causa.
El fiscal solicita un total de cien años y tres meses de
prisión para los 14 acusados, todos de nacionalidad ecuatoriana. Entre
ellos está Eric Javier, lider, fundador y «padrino» de la banda en nuestro
país. Eric montó el nucleo de su banda en Usera y llegó a aparecer en
televisión defendiendo la labor «social» de los Latin, antes de terminar
detenido, acusado de violación y atraco a mano armada.
Estructura piramidal
La actividad de los supuestos
Latin King en aquel momento, reproducía todas las líneas maestras que
supuestamente permiten decir que una banda existe como tal, esto es que se
trata de una organización criminal en toda regla y no sólamente una
«pandilla» de chicos más o menos peligrosa.
Estaban
perfectamente organizados de manera jerárquica, tenían sus ritos de
iniciación y su sumisión a la banda era total, pagaban cuotas y
encontraban enormes dificultades si trataban de salirse del esquema.La
estructura de la banda estaba jerarquizada de manera piramidal. En la
cúpula estaba el padrino, y justo debajo de él, el «León Negro» (Javier
Efraín B.C.) y el «León Dorado» (Pablo Antonio S.F.).
En el siguiente escalón, según alega la fiscalía en el escrito de
conclusiones provisionales, los «sagrados», los «regionales del Reino»,
los «supremas» y los «príncipes de Corona».
A continuación, los miembros se organizan a nivel territorial por
grupos denominados «capítulos» células dependientes que a su vez contienen
un buen número de cargos y graduaciones igualmente empapados de la
grandilocuente simbología de los «Latin».
Esos
capítulos son al tiempo las tropas de choque y los encargados de reclutar
nuevos adeptos entre los más jóvenes.
Como en toda banda
que se precie, el «nuevo» tiene que pasar por una serie de ritos que
prueben su fidelidad y dureza. En este caso, no eran demasiado
sofisticados. Había que agredir a alguien o bien soportar de los propios
compañeros una agresión.
Dos versiones de la valentía
difíciles de compartir pero que permitían al nuevo «Latin» ser uno más en
la organización.
A la vista de los datos que se poseen, la
fiscalía mantiene que se trataba de una banda cuyos fines distaban mucho
de ser el fomento de los lazos de unión entre la comunidad ecuatoriana,
como a veces se ha alegado. Para la acusación pública queda claro que la
intención era siempre atentar contra la vida y la integridad física de las
personas.
Así pues, bastaban unos cuantos mamporros para ser un rey.
Dejar de serlo era bastante más difícil. Se necesitaba el permiso especial
de las altas instancia, que normalmente se denegaba o se daba a cambio de
mucho dinero. A quien quería abandonar el barco se le acosaba, llegando a
la agresión directa.
Una cuota semanal
La
forma de subsistencia económica de la banda tampoco era mucho más
refinada, pero funcionaba. Cada miembro entregaba una cuota semanal de
entre uno y tres euros. Con ese dinero se financiaban desde las armas
hasta los abogados.
Mientras el juicio sigue adelante, el debate
arrecia en la Comunidad, y ya hay quien afirma que zonas como Humanes,
Usera o Fuenlabrada son un «polvorín» donde se podrían repetir cualquier
día los recientes problemas de Alcorcón.
Llama la atención
la creación de nuevas bandas de españoles y la extrema juventud de algunos
de los chicos que se unen a estos grupos violentos y que hacen de la
agresividad su modo de vida. Recientemente un joven de Alcorcón, que
afirmaba pertenecer a una banda de españoles, comentaba que en su grupo
había chavales de tan sólo diez años.
«Pero no veas
como son, esos son más duros que nosotros». Más o menos duros, eso habrá
que verlo, los Latin Kings encaran ahora su primera gran pelea con la
justicia ante la que tendán que responder.
(Puede haber caducado)