El barrio de la Salut de Badalona explota contra los 'pisos patera'

El Periodico, 04-02-2007

Los vecinos de la parte alta de La Salut de Badalona salieron ayer a la calle para protestar por la degradación y la inseguridad en que está sumido el barrio. Varias decenas de personas se concentraron ante el número 90 de la calle de Pau Piferrer para pedir el desalojo de dos pisos ocupados por rumanos. El motivo, aunque desencadenado por los problemas de convivencia que generaban los inquilinos de las viviendas, tenía un alcance global contra los llamados pisos patera, ocupados por decenas de personas, y que, según afirman, pueblan el barrio. Tanto el ayuntamiento como los vecinos rechazaron que se tratara de una acción xenófoba sino de un problema de convivencia.
Jaime Reyes, Esther Cabestany y su hija de 10 años viven en el primer piso de la finca de Piferrer. Soportan desde hace dos meses las faltas graves de civismo de sus vecinos de los pisos inferior y superior. Ayer, una cañería embozada en el piso de arriba provocó una fuga de agua fecal en el domicilio. Fue la desagradable gota que colmó el vaso, tras dos meses “de ruido sin parar” y “sin poder apenas dormir, tampoco la niña”, según explicó Cabestany.

TRÁFICO CORTADO
Durante la mañana, la situación de la familia trascendió al resto del vecindario, que “hartos de ver cómo orinan y cómo defecan en la calle”, de contemplar cómo “roban”, se concentraron para exigir que se fueran. Tras cortar el tráfico, aparecieron los Mossos d’Esquadra y la policía local, que localizaron al propietario del piso. Tras una pequeña negociación entre dueño y alquilados, los rumanos, más de 10, abandonaron el piso tras cobrar unos 600 euros. Varios vecinos afirmaron a este diario que los rumanos pagaban un alquiler muy alto que solo podían permitirse reuniendo a un gran número de personas bajo el mismo techo.
Los residentes siguieron entonces concentrados reclamando que los inquilinos de los bajos, cuyo propietario es un ciudadano de Bangladés que estos días se encuentra en su país natal, también se fueran. Joaquim Ortilles, director de l’Àmbit de Govern del Ayuntamiento de Badalona, afirmó que los responsables municipales “se hallaban recopilando información” y que se habían puesto en contacto con el hijo del propietario, y recordó que “en un Estado de derecho no se desaloja sin más y sin una precaución judicial”.
Sobre la existencia de los pisos patera, recordó que “la Constitución consagra el libre mercado” y que en La Salut compran pisos “quienes se lo pueden permitir de la misma manera que quien se puede permitir un piso en otro barrio, se va”.
“Lo de hoy es solo el detonante” afirmó otro vecino, Juan José Sala. “Hace más de tres años que sufrimos la desatención de la Administración”, denunció. Otro habitante de la zona relata cómo llegan los camiones repletos de personas a las que van distribuyendo en diferentes pisos. “Están muy organizados”. Varios residentes se quejaron de la facilidad con que se vende droga en La Salut. Marc López afirma que ya no se puede ni ir al supermercado. “En 200 metros veo tres delitos”, señala.

OFERTA RECHAZADA
Los vecinos no aceptaron las ofertas de los Mossos. La desocupación de la vía pública a cambio de ocho patrullas en el barrio para controlar la seguridad fue recibido con un sonoro “no” . “Queremos que se vayan”, recalcaron a este diario Javi y David Giménez, dos de los jóvenes concentrados.
Los residentes de la parte alta de La Salut insistían en que no había motivos racistas en la concentración: “Es una vergüenza cómo está el barrio, a mí me han robado en casa” se quejó Rafaela, una mujer del barrio “gitana, como esos los rumanos, y muy orgullosa de serlo”.
Otro vecino, inquilino de los pisos interiores del número 90 de Pau Piferrer, muestra las dos denuncias que en julio y noviembre del 2006 interpuso contra los rumanos. Se llama Ahmed y es marroquí. Casado y con tres hijos, el ruido nocturno le impedía conciliar el sueño. Tras no obtener respuesta de la policía, la situación se le hizo tan inaguantable que tuvo que dejar el empleo.
La de ayer fue la primera concentración que se produce en años en este barrio. “Si hay incluso gente mayor manifestándose, eso no lo veía desde los tiempos de Paquito Francisco Franco” comentó gráficamente Antonio Barrera, militante comunista del barrio. Los vecinos anunciaron que esta misma tarde retomarán las movilizaciones.

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