Pamplona. Apenas un 1% de los alumnos de origen extranjero están matriculados en los modelos D público y de iniciativa social (ikastolas). Razones objetivas como el idioma o el entorno sociourbanístico pueden estar detrás de esta gran diferencia respecto a los modelos de castellano (G y A) aunque si se tiene en cuenta que en la CAV el 53% del alumnado inmigrante está escolarizado en euskera se deduce que algo más que eso puede estar sucediendo en Navarra. Las diferentes organizaciones que trabajan en este sector (Federación de Ikastolas, NIZE y Sortzen) coinciden en denunciar una falta de información y de interés de Educación hacia estos colectivos para acercarlos al modelo D que intentan suplir con diferentes iniciativas propias. Sin embargo, también se está generando un ambiente de reflexión no exento de autocrítica al creer por un lado que es factor multicultural es necesario en estas aulas y también, en espera de lo qué sucede con la segunda generación, que están perdiendo un tren de futuro matriculación al ser sector en crecimiento que ya representa el 10% de la población navarra.

La Federación de Ikastolas (que no aportó datos a Educación de sus centros al considerar que no hay que hacer estas distinciones aunque reconoce que el porcentaje de extranjeros es simbólico en su red) intentó poner en marcha con su caja de solidaridad un sistema de becas para que ningún inmigrante dejara de matricularse en sus centros por razones económicas, además de articular un abanico de apoyos pedagógicos. Sin embargo, el Gobierno de Navarra no entró a esta iniciativa en la que NIE quería que la Administración aportara un 50% del coste.

Desde NIZE (que agrupa a equipos directivos de casi toda la red pública) se señala en primer lugar que las estadísticas oficiales no recogen la realidad de los hechos ya que hay más alumnos inmigrantes de los que figuran (adoptados, nacidos aquí…) pero en cualquier caso consideran necesario hacer un esfuerzo desde los centros (y desde el departamento) para que esta población también tenga derecho a estudiar en la otra lengua de la población de acogida en clave multicultural de lo que destacan casos muy positivos. En parecidos términos se manifiestan desde Sortzen que pone sobre la mesa también el calado social y urbanístico del fenómeno que hay que afrontar desde una manera global, no quedándose sólo en un la idea de “reparto” o de visiones meramente laborales, buscando también la manera de respetar el derecho a matricular en su barrio, modelo de estos padres como de otros para lograr una escolarización libre y equitativa. >j.i.c.