PROGRAMAS / La serie que estrena La 2 ofrece el testimonio de emigrantes que, huyendo del hambre, recalaron en Argentina, Venezuela, Brasil, Argelia, Australia y Europa
'Camino a casa' recoge la diáspora española desde los años 40 a los 80
El Mundo, 04-02-2007MADRID. - Desde los años 40 hasta los 80 del siglo XX cerca de tres millones de hombres y mujeres salieron de España huyendo del hambre. Sí, del hambre. Al igual que los africanos que ahora arriban a nuestras costas, aquellos españoles y españolas unidos por la incertidumbre, pero con una halo de esperanza, dejaban todo en busca de un lugar en el que iniciar una vida que les liberara de la pobreza y que alumbrara un futuro mejor para sus hijos.
Esta diáspora de la emigración española es la que recoge la serie documental Camino a casa, que esta noche estrena La 2 (22.00 horas). Seis episodios de una hora de duración que no pretenden ser una simple revisión de esta página de nuestra Historia, sino convertirse en fuente de experiencia y conocimiento para entender la realidad del fenómeno migratorio que se vive hoy en nuestro país. «Al recuperar la memoria estamos descubriendo que se rompen tópicos sobre la inmigración española: la hubo legal, pero también ilegal y clandestina, como pasa ahora en España», afirma Adolfo Dofour, director de la serie.
Camino a casa no es un relato hecho por historiadores, sociólogos o expertos en inmigración, sino que son los propios protagonistas de aquella odisea los que cuentan las experiencias y aventuras que tuvieron que recorrer como emigrantes hasta establecerse en la tierra de acogida; por ello, el rigor histórico se sumerge en los sentimientos y en las sensaciones que dotan a la serie de la emoción que sólo las personas pueden comunicar. «Cálidos, emocionantes, terribles, tiernos». Así define Jesús González, director de Programas Culturales y Sociales de TVE, los testimonios de los hombres y mujeres que transitan por Camino a casa. «Ésta es una serie necesaria porque nos recuerda que España ha sido un país de emigrantes y esto se ha olvidado. Y no son historias remotas, sino historias cercanas en el tiempo contadas por emigrantes de primera y segunda generación», subraya González.
El primer episodio, que da título a la serie, se desarrolla en Argentina y tiene como protagonistas a españoles originarios del pueblo abulense de Venta del Obispo, que emigraron a los campos de La Patagonia y, en Buenos Aires, a hombres y mujeres que ejercieron diversos oficios.
Los restantes capítulos cuentan la emigración canaria – clandestina muchas veces – a Venezuela (La fuerza del viento); la aventura de los españoles en los cafetales y en las selvas de Brasil (Territorio sin fronteras); la emigración – muchas veces no legalizada – a los campos, fábricas y minas en Europa (Desde las entrañas); la historia de los que fueron enviados a un destino incierto en Australia (En el confín del mundo), y la casi desconocida presencia de jornaleros andaluces y murcianos en los campos argelinos (El último peldaño).
La estructura narrativa de la serie mezcla imágenes con la realidad más viva que los inmigrantes viven en cualquier ciudad u otros lugares de trabajo, con imágenes de documentales que contextualizan el momento histórico y ayudan a enmarcar la época y la situación social de los países receptores y los cambios sufridos en ellos.
El mundo de la inmigración – pasado y presente – que recoge Camino a casa se ajusta a la sentencia de uno de los participantes: «Al hambre no se le pueden poner fronteras» y a una frase de Las Mil y una noches: «El mundo es la casa de los que no la tienen».
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