"La Opinión". MÉXICO: "Denuncian ‘agresión racial’ a hispanas"

Tres estudiantes latinas acusan a 15 afroamericanos en Inglewood de una golpiza

Prensa Latinoamericana, 03-02-2007

Sandra, Stephanie y Laura iban por la calle cuando un grupo de jóvenes afroamericanos (unas doce mujeres y tres hombres) las atacó a golpes enviando a dos de ellas al hospital.

Luego de la golpiza, dijeron las víctimas, una de las muchachas agresoras regresó para dar un par de patadas más en la cara de Sandra y gritarle: “I hate hispanics bitches like you” (odio a las prostitutas hispanas como tú).

Las tres son estudiantes de la escuela secundaria Morningside en la ciudad de Inglewood.

El ataque motivado por intolerancia racial, según las agredidas, ocurrió el miércoles alrededor de las 3:00 de la tarde en la avenida Inglewood de esa misma ciudad, entre la calle Lime y el bulevar Hillcrest.

Un ataque similar al aquí denunciado, el de nueve adolescentes afroamericanos contra tres jóvenes blancas en Long Beach, ha causado malestar en la comunidad afroamericana por lo que percibe como injusticia racial. Los adolescentes fueron condenados esta semana y cuatro sentenciados ayer .

“Me agarraron entre un hombre y dos mujeres, traté de defenderme hasta que me tiraron al suelo, mientras que a mis amigas les pegaban aparte”, dijo a La Opinión Sandra Bañuelos, de 16 años, aún con el ojo derecho morado. “No sabemos quienes son, no los conocemos, nunca los habíamos visto, lo único que sabemos es que (al parecer) van a la secundaria Inglewood, porque eso le dijo a mi hermana un guardia de seguridad que vio lo que pasaba”.

Cubriéndose la boca con una bolsa de hielo, Stephanie Reyes, de 18 años, comentó que todo fue muy rápido y no alcanzó a darse cuenta de quienes fueron los agresores.

“Me pegaron en la cara, me partieron el labio por dentro”, dijo sobre la herida que le dificultaba hablar y que le tuvieron que suturar. “No recuerdo quienes fueron los que me golpearon. Me querían quitar mi bolsa, me seguían pegando y me llegaron por detrás más y me siguieron pegando porque no soltaba la bolsa”.

“A mí me tumbaron”, dijo Laura Simental, de 17 años, “me patalearon. Tengo golpes aquí (señala sus piernas), me dolía la espalda y el cuello, casi no me podía mover, pero hoy ya me siento mejor”.

Según narraron a La Opinión, las tres estudiantes salieron de la escuela y se dirigían a sus casas cuando vieron al grupo de afroamericanos caminando por la otra acera, pero nunca se imaginaron sus intenciones.

“De pronto se nos dejaron ir, nos llegaron por detrás”, mencionó Sandra.

Una señora que vio la golpiza salió de su casa para gritarles que iba a llamar a la policía y fue cuando los agresores, todos adolescentes de entre 15 y 18 años de edad y en su gran mayoría mujeres, huyeron de la escena. No parecían ser pandilleros, aseguraron las víctimas.

Sandra llamó por teléfono a su hermana y ésta a la policía. Entonces fue cuando arribó una patrulla de la Policía de Inglewood para levantar el reporte.

“Pusimos reporte en la policía, pero no nos quieren ayudar a averiguar quienes son. No se toman la molestia de hablarnos, no hemos recibido ninguna llamada de ellos desde entonces”, denunció Sandra.

Los policías les dijeron que tenían que esperar de cinco a siete días hábiles para que pudieran pasar a recoger una copia de la denuncia.

Vía telefónica, una oficial del departamento de detectives de la Policía de Inglewood dijo ayer por la tarde a La Opinión que no había nadie disponible para dar información sobre el caso y que recién el lunes se podría volver a intentarlo.

“Nos da coraje, porque parece que están esperando que nos maten o que maten a otras personas, para entonces sí hacer algo”, dijeron los jóvenes.

El director de la preparatoria Morningside ya fue informado del ataque y dijo a las estudiantes que llamaría a una reunión con el director de la escuela Inglewood para revisar el anuario escolar y tratar de identificar a los agresores.

Las tres estudiantes aseguraron que no existe rivalidad entre ambas escuelas. “Nos llevamos bien, muchas de nuestras amistades concurren a esa escuela”, dijo Sandra.

Sandra y Stephanie fueron hospitalizadas por varias horas. A Sandra le tuvieron que sacar radiografías del ojo derecho pues temían que pudiera perderlo.

“Gracias a Dios me estoy recuperando aunque me sigue doliendo. Ahorita ya lo tengo abierto, pero cuando pasó no lo podía abrir”, comentó.

Ahora las tres estudiantes tienen temor de salir a la calle. Sus padres también. “Porque vamos a tener miedo de que les hagan algo”, mencionó la señora Petra Bañuelos.

Indignado por lo sucedido, Joaquín Reyes, papá de Stephanie, comentó que en su opinión claramente se trata de un caso motivado por el racismo.

“Desgraciadamente en este país el peor terrorismo que tenemos es el odio racial… están aterrorizadas por esa golpiza, ahorita fueron ellas, al rato pueden ser afroamericanos a los que les toque, y así continúa este tipo de racismo”, lamentó.

“Nosotros no les hicimos nada”, dijo Sandra con los ojos humedecidos. “Nosotros no somos racistas, nunca hemos molestado a nadie, no entiendo porque hicieron esto con nosotros. Yo he crecido con afroamericanos, no les tengo rencor, mis vecinos son todos afroamericanos, me he llevado siempre bien, crecimos juntos”.

Laura sí muestra resentimiento: “Desde que esto pasó, ya no quiero saber de ellos, ya no me gusta hablar con ellos”.

Pero Sandra reflexiona: “Yo no tengo coraje, lo que tengo es sentimiento (tristeza). Todos vivimos en un mismo lugar, no entiendo por qué tiene que pasar esto”.

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