La policía desarticula en Santiago una red que falsificaba documentos

La Voz de Galicia, 03-02-2007

El trabajo llevado a cabo por la brigada de Extranjería y Documentación de la comisaría de Santiago ha sido fundamental para culminar una operación contra una red que falsificaba y distribuía documentos portugueses y españoles en diferentes provincias de España. Dieciséis de los 37 detenidos en el transcurso de este operativo se movían en el entorno de la capital de Galicia, concretamente en cuatro pisos que la policía localizó en Sigüeiro (Oroso) y Milladoiro (Ames).


Todos los arrestados son de nacionalidad brasileña, si bien se hacían pasar por ciudadanos comunitarios portugueses. Precisamente, las falsificaciones detectadas son, entre otros documentos, tarjetas de identidad de Portugal, permisos de trabajo e incluso carnés de conducir.


La policía cree que el grupo de Santiago tenía un peso fundamental en la organización, ya que sus integrantes eran quienes contactaban directamente con un falsificador que trabajaba en Londres.


La operación policial se desarrolló en tres fases. En la primera, realizada en julio del año pasado, agentes de la Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif), en colaboración con las brigadas provinciales de Pontevedra, Barcelona, Santander y Murcia, detuvieron a quince personas de nacionalidad brasileña. La actuación policial puso fin a las maniobras de una red especializada en la falsificación de todo tipo de documentos de viaje y de identidad, destinados a la inmigración irregular.


Estos documentos facilitaban a los ciudadanos extranjeros el acceso a servicios tales como la Seguridad Social, apertura de cuentas bancarias, obtención de contratos de trabajo y autorización de residencia comunitaria.


En la estructura de esta red sobresalían las figuras de un falsificador y de uno de los intermediarios, residente en Madrid, César R.?C.. El primero había establecido su base de operaciones en Londres, donde recibía vía postal los datos necesarios para elaborar los documentos falsos, que luego remitía al intermediario.


La red criminal tenía ramificaciones en Inglaterra, Portugal, Francia e Italia, y nacionales en Santiago de Compostela, Pontevedra, Santander, Barcelona y Murcia.


La policía calcula que en cinco meses la organización obtuvo unos beneficios que rondan los 250.000 euros.


El Cuerpo Nacional de Policía señala que, con las detenciones practicadas, se ha conseguido evitar los graves perjuicios que causan este tipo de organizaciones, ya que la falsificación de pasaportes u otros documentos de identidad afectan a intereses de distintos países de la Unión Europea.

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