Los cuerpos de seguridad marroquíes han detenido en los últimos días a 127 inmigrantes de diferentes nacionalidades, informó ayer el Ministerio del Interior.

El comunicado afirma que los inmigrantes fueron detenidos entre el 27 y el 30 de enero pasado en diferentes zonas de Marruecos, algunos en el sur cuando buscaban la forma de zarpar hacia las Islas Canarias.

De los 127 inmigrantes 114 son extranjeros, gran parte subsaharianos aunque también los hay procedentes de países asiáticos y argelinos a los que hay que sumar 13 marroquíes.

Los extranjeros serán puestos a disposición de la Justicia que dictará su expulsión del país según contempla la Ley de Extranjería marroquí. Los detenidos no han sido interceptados en alta mar a bordo de pateras sino detenidos en tierra, porque según se ha informado Marruecos apuesta por desarticular las mafias y detener a los inmigrantes antes que zarpen en pateras.

Esta política está dando buenos frutos porque la cifra de las pateras que salen de las costas marroquíes hacia España es insignificante en la actualidad en comparación con hace dos años.

El embajador marroquí ante la UE, Menouar Alem, defendió en el Parlamento Europeo el derecho de su país a repatriar a inmigrantes irregulares o expulsarlos por la frontera desde la que hayan entrado a su territorio, principalmente la de Argelia. Alem reconoció que las autoridades marroquíes detuvieron en los últimos días del pasado mes de diciembre a 238 personas en situación irregular. El embajador aludió a las denuncias de asociaciones humanitarias, según las cuales, en torno al pasado 23 de diciembre, Marruecos trató de expulsar por su frontera oriental a más de cuatrocientos subsaharianos detenidos en Rabat, Nador y El Aaiún.

Un informe del catedrático de la universidad francesa París I, relata que entre 439 y 479 inmigrantes fueron trasladados en guagua hasta la frontera y, tras sufrir abusos y violencia, conminados a dirigirse hacia Argelia. Rechazados también por la policía argelina, la “mayor parte” logró regresar a Marruecos y se refugió en Uxda.