Los centros de acogida de menores han rebasado con creces su capacidad, ya que la Ciudad Autónoma atiende a más de 325 jóvenes extranjeros no acompañados. Sólo en el centro de la Purísima, con 160 plazas, hay acogidos a 183 jóvenes, una cantidad que lleva al Gobierno local a pedir que se devuelvan a Marruecos.

Según la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, los centros están saturados y las cifras, en lugar de bajar, siguen incrementándose de forma preocupante. El Ejecutivo local apuesta por la devolución al país vecino de estos jóvenes, a su familia o a los centros que va a construir España en territorio marroquí, y por la modificación de la Ley de Protección Jurídica del menor para acabar con esta masificación.

Garbín, que explicó que el Ejecutivo central tiene conocimiento de esta situación, por lo que no entiende por qué califica a Melilla de «insolidaria» al no acoger a menores procedentes de Canarias, aseguró que los traslados a la península no son la solución y que Melilla tiene la ratio más alta de toda España de menores acogidos por habitante y por kilómetro cuadrado. De igual forma, indicó que estos menores acceden a la ciudad por la frontera y que, de seguir así, habrá que adoptar la misma actitud de Canarias.