Goteo continuo de detenciones

La Razón, 02-02-2007

La desarticulación de la banda de ecuatorianos, hace ya doce días, no es
sino otro capítulo en el incesante goteo de «células» prostibularias que
caen para ser sustituidas por otras en un desesperante toma y daca. Se
trata de «negocios» criminales difíciles de localizar y desactivar por su
propia discreción y, hasta cierto punto, aceptación entre sectores de la
sociedad. Así lo refleja el hecho de que las investigaciones policiales
duren siempre bastantes meses y a menudo más de un año. Los últimos casos
tuvieron lugar el 26 de diciembre y el 17 de noviembre de 2006. En el
primero, la Policía Nacional detuvo a nueve personas de nacionalidad
rumana por delitos iguales a los del caso de Carabanchel. Se trataba de
una red internacional que introducía en España a mujeres rumanas para
explotarlas sexualmente en clubes. En el segundo caso, se detuvo a tres
rumanos y un español. La situación era casi idéntica, con el agravante de
un cargo de agresión sexual. En todo caso, se trata tan sólo de una de las
facetas de la explotación sexual en Madrid. El cuadro completo incluye una
extensa red extremadamente difícil de combatir. De ello da fe el hecho de
que, como un mal casi endémico, la prostitución – muy poco encubierta – siga
campando a sus anchas en zonas céntricas y turísticas de la capital. La
discusión sobre las calles Montera, Ballesta o Desengaño parece ya eterna.
En ellas, es cierto, trabajan muchas mujeres por cuenta propia, pero
también no pocas subsaharianas controladas por las mafias.
   

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