Una familia ecuatoriana está desesperada porque teme ser desalojada del departamento que arrienda en el barrio de la Guineueta, en el norte de Barcelona, debido al conflicto que mantiene con los vecinos.

Jorge Proaño Espinoza denunció que las acusaciones contra su familia son falsas y cree que hay personas que le hacen la vida imposible para que abandone el edificio. “No sé si es racismo, pero nos sentimos perseguidos”, señaló.

Según cuenta, el problema empezó hace cuatro años cuando invitó a unos amigos españoles a comer, cuando la vecina del departamento cercano les reclamó “de muy malas maneras que se callen”.

Desde ese momento las falsas quejas de la vecina subieron de tono. “Llamó incluso a la Guardia Urbana, quien me puso una multa de 200 euros ($ 260). Reclamé y al final me devolvieron el dinero, porque demostré que era mentira”, sostuvo.

El resto de habitantes del edificio se sumó a la petición de salida de lugar del ecuatoriano y reunidos en asamblea lo demandaron, indicó.

“Vivo en mi casa con mi mujer y mis tres hijos. Los vecinos quieren que me vaya. Además me reclaman una indemnización por el uso del ascensor y los servicios del edificio”.

Agregó que los altos costos de los alquileres que alcanzan los 900 euros ($ 1.170) no le permiten cambiarse de lugar. “El 28 de febrero es el juicio y si pierdo no tendré a dónde ir”, dijo.