Mueren tres bebés de la misma familia en el incendio de una vivienda en Teruel
También resultaron heridos tres hermanos suyos, de 2 a 12 años, y la madre de todos ellos
Deia, 30-01-2007TRES BEBÉS muertos, otros tres hermanos suyos heridos, dos graves, y la madre de todos ellos también hospitalizada, es el balance de un incendio que se declaró en la mañana de ayer en la casa en la que vivía una familia ecuatoriana en la localidad turolense de Torrecilla de Alcañiz por causas que se desconocen, si bien la Policía Científica investiga en el domicilio el sistema de calefacción, a base de estufas de butano y eléctricas.
Los tres niños fallecidos son dos gemelos de seis meses, Marcos Antonio D.A. y Luis Manuel D.A., y su hermano de un año, Víctor Omar D.A., mientras los otros tres niños que resultaron heridos José Fernando, Mabel Michelle y Kenia Stephania, tienen entre dos y doce años.
Los dos primeros resultaron heridos de gravedad y fueron trasladados al Hospital Infantil de la capital aragonesa, mientras que la pequeña, de 8 años y nacida en Ecuador, y la madre , Silvia del Pilar A.A., de 31 años y también ecuatoriana, sufrieron lesiones leves y fueron evacuadas al Hospital Comarcal de Alcañiz.
En el domicilio familiar se encontraban también la abuela, Mari Luz de Jesús A.C., de 57 años, otro de sus nietos, John Alexander S.A. de 4 años y una familiar de 67 años, Rosa Adelfa A., quienes lograron salir ilesos. Al trágico suceso se suma el hecho de que el marido de la madre, de nacionalidad española, falleció hace un mes en un accidente de tráfico.
«Era un verdadero infierno»
Algunos de los niños que lograron salir con vida fueron rescatados por un vecino de la localidad, quien pertrechado con un tractor y una pala de obra, permitió que pudieran salir por una de las ventanas antes de que los bomberos de Alcañiz llegaran hasta la localidad. Fue después de que éstos sofocaran las llamas, «que han convertido la primera planta del edificio en un verdadero infierno», cuando lograron subir a la segunda planta, donde encontraron a los niños fallecidos, uno de los cuales se había refugiado debajo de su cama.
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