La consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, confirmó ayer que el pasado viernes abandonaron a un menor discapacitado marroquí de unos 3 o 4 años en la puerta del Hospital Comarcal, un nuevo episodio de una historia que se repite cada vez con más frecuencia en la ciudad.

Según Garbín, la supuesta madre lo ingresó en el centro hospitalario y posteriormente se marchó, dejando al menor a cargo de la Ciudad Autónoma. A falta de que se determine exactamente el grado y tipo de de minusvalía que presenta el niño, la consejera apuntó que «parece muy grave» y añadió que a este pequeño hay que sumar los que han dejado con anterioridad en Melilla en situaciones similares y los que se encuentran en la península recibiendo tratamiento médico por enfermedades graves.

Centros de acogida

En otro orden de cosas, Garbín contestó ayer a las declaraciones de la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, en las que aseguraba que Melilla era la única ciudad que se había negado a acoger menores procedentes de Canarias.

Según la responsable de Bienestar Social, Melilla mostró su solidaridad a las Islas Canarias en la última reunión del Consejo de Política de Inmigración, pero «es de sentido común» que la ciudad no acoja a más menores porque tiene los centros desbordados y es la primera perjudicada con este problema. En este sentido, indicó que el Gobierno local «ha sido coherente con la postura que ha mantenido siempre» y avanzó que, si Melilla tuviera plazas de sobra, sí se haría cargo de los menores de Canarias.

De igual forma, Garbín explicó que la Ciudad manda las estadísticas de los centros al Ejecutivo central para que conozca la situación real de Melilla, una situación que nada tiene que ver con la vecina ciudad de Ceuta, donde tan sólo se acoge a 115 menores.