El campamento militar de Las Raíces, instalado en mayo del año pasado de forma provisional para acoger a los inmigrantes que llegan en cayuco a Tenerife, albergaba ayer a casi 300 africanos, según confirmaron a EL DÍA fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Ayer estaba previsto que llegaran a esta instalación los 57 inmigrantes del cayuco que logró llegar por sus propios medios y sin ser detectado a la playa de La Tejita, en Granadilla de Abona, el pasado jueves.

A pesar de los últimos vuelos de derivación de inmigrantes hacia la Península, más el que salió de Tenerife Sur a Senegal, con casi un centenar para su repatriación, todavía quedan en los centros de retención de Canarias más de 700.

Aunque los inmigrantes permanecen en el centro de Las Raíces un máximo de 40 días, no reúne las condiciones adecuadas para acogerlos en una época invernal y lluviosa, debido a que las tiendas de campaña están sobre el suelo, que en estos días se ha convertido en un lodazal, como ya se ha advertido en los editoriales de este periódico.

Cuando se abrió este campamento provisional, desde la Delegación del Gobierno se apuntó que, con toda probabilidad, se cerraría antes de que llegara el invierno.

Con lluvia, la vida allí es muy limitada, porque no es posible hacer deporte y tampoco existen espacios de recreo bajo techo, por lo que los internos casi no pueden salir de su tienda. Además, los inmigrantes se ven en la obligación de trasladarse al raso desde el lugar en el que pernoctan para ir a las duchas, situadas en otra tienda de campaña, lo que resulta incómodo con la lluvia. Lo mismo sucede a la hora de las comidas.

Los efectivos policiales que se encargan de la custodia de los inmigrantes pertenecen a la Unidad de Intervención Policial (UIP) de distintas comunidades de la Península.

Este servicio se renueva cada 15 días. Los policías observan estos días que la zona se ha convertido en un lodazal, pero, debido al desnivel del terreno, el agua corre y no se estanca. Sólo se han formado algunos charcos en los baches que había en el terreno.