Ya están en Europa y bien atendidos. Comienzan a aprender habilidades sociales y a conocer el nuevo entorno; pero siguen siendo jóvenes sin permiso de residencia ni de trabajo. ¿Qué les depara el futuro? Según la Ley del Menor, esos adolescentes podrán permanecer en los lugares de acogida hasta que alcancen la mayoría de edad a los 18 años, periodo durante el cual la Administración autonómica será la encargada de favorecer su inserción en el sistema educativo para garantizarles la búsqueda de una salida laboral.

En este sentido, la consejera de Trabajo, Cristina Rubio, señaló hace unos días que «el Gobierno de la Región ha mostrado desde un principio su voluntad solidaria de colaborar con Canarias ante la llegada masiva de inmigrantes a las islas».

Rubio matizó que se trata de una «colaboración que, no obstante, requiere de normas claramente definidas en un protocolo de actuación que garanticen el cuidado y atención a los niños, respetando sus derechos a la educación, al desarrollo, a la salud, a la protección, a la participación y a la formación». Rubio, además, advirtió el pasado lunes de que Murcia no puede acoger a más menores «porque nuestros centros están saturados».