ruz Roja Española, que gestiona el centro de primera acogida a inmigrantes Udjiama, en el barrio de Miller Bajo de la capital grancanaria, consideró ayer en un comunicado que el desarrollo de su actividad “no se corresponde con ninguna intervención policial” como la del pasado jueves.

En relación a esta operación, el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, ha ordenado abrir una investigación, ya que en ella uno de los inmigrantes que se encontraba en el centro resultó herido y un vigilante detenido.

Segura manifestó ayer que “todo comenzó cuando agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional de servicio en Las Palmas de Gran Canaria dieron el alto a cinco jóvenes magrebíes”.

“Según parece echaron a correr y entraron en un centro de Cruz Roja en Miller Bajo”, donde, al llegar los agentes, tuvieron dificultades para entrar y discutieron con el vigilante de la puerta, dijo.

Mientras el vigilante y los policías discutían, varios jóvenes se subieron a un tejado y se hundió, lo que provocó que uno de ellos cayera y fuera trasladado en estado grave a un centro hospitalario, agregó el delegado del Gobierno.

Sin embargo, la versión sobre este incidente ofrecida por Cruz Roja Española refiere que “sobre las 11:15 horas” del pasado jueves, “un grupo de agentes de la UIP acceden” a él “de manera imprevista”, situación ante la cual “el agente de seguridad les comunica que no se puede acceder al mismo, sin motivo aparente”.

La organización humanitaria niega que varios inmigrantes magrebíes entraran de forma apresurada al centro minutos antes de la llegada de los agentes policiales, tal y como afirma Segura.

Cruz Roja Española indicó que “el estruendo provocado por la Policía” una vez en el interior del centro hizo que un grupo de usuarios que realizaba sus actividades cotidianas se asustaran y corrieran hacia distintas dependencias.

Fue entonces, según la versión de la ONG, cuando “uno de ellos cayó desde la azotea del centro al piso inferior, quedando mal herido”, por lo que fue trasladado al Hospital Insular de Gran Canaria “y permanece en estado crítico”. Además de solicitar a la Delegación del Gobierno en Canaria “una investigación policial al respecto”, Cruz Roja Española considera "que el desarrollo de la actividad del centro en ese momento “no se corresponde con ninguna intervención policial”.