El alcalde de Torroella de Fluvià, Pere Moradell (PSC), negó ayer su participación en el desalojo, el pasado día 17, de dos inmigrantes subsaharianos que vivían en una barraca agrícola y que le denunciaron el pasado martes en los juzgados de Figueres por sendos delitos de coacciones y daños. Moradell afirmó que no tiene ninguna relación con el caso y que el día de los hechos, que se produjeron en torno a las ocho de la mañana, estaba durmiendo en la cama con su mujer.
En su denuncia los inmigrantes afirman que, el pasado día 17, Moradell y el propietario de la barraca agrícola en la que vivían con otros cinco sin papeles les obligaron a sacar sus cosas del edificio – – colchones, comida, ropa y bicicletas – – y luego el dueño les prendió fuego. Tras lo ocurrido, los subsaharianos se dirigieron a SOS Racisme, organización que ha investigado los hechos y que les ha asesorado a la hora de presentar la denuncia por vía penal.

“LOS MORENOS” A
raíz de lo sucedido, el PSC de Girona cerró ayer filas en torno a Moradell. Josep Quintanas, secretario de organización del PSC en Girona, atribuyó lo sucedido “a una maniobra política” y aseguró que ERC, en la oposición, “quiere conseguir con falsedades lo que no consigue en las urnas: echar a Moradell del ayuntamiento de Torroella”, del que es alcalde desde 1979.
Moradell explicó que en los últimos meses siempre se ha preocupado de la situación de “los morenos” y que en varias ocasiones ha llevado a alguno de ellos al hospital. Un portavoz de SOS Racisme ha explicado que la razón que el pasado miércoles les dio el alcalde para negar su relación con lo sucedido es que ese día y a esa hora estaba reunido con el teniente de alcalde.
El propietario de la parcela en la que malvivían los inmigrantes, un empresario de la comarca, ratificó la versión del Moradell y confirmó a este diario que él personalmente prendió fuego a las pertenencias de los subsaharianos “con el acuerdo de estos, ya que habían decidido trasladarse a Valencia y había cosas que no querían llevarse”. El empresario aseguró que los hechos fueron presenciados por dos de sus operarios, que luego tapiaron la barraca.
Fuentes del grupo de ERC en el ayuntamiento declararon que nunca han pretendido politizar el caso, y que su máxima preocupación es que el alcalde “se ocupe de dar cobijo a esas personas que se han quedado sin techo”.