Ibai Cereijo Bilbao
La siniestralidad laboral se cobró ayer una nueva víctima en Euskadi. El trágico caso reúne varios factores denunciados por los sindicatos como elementos de riesgo para la seguridad en el trabajo. La víctima era un operario extranjero, se dedicaba al sector de la construcción y estaba subcontratado «en segunda o tercera instancia», según aseguró el sindicato ELA.

De hecho, Osalan ha sido incapaz de averiguar a qué empresa pertenecía el operario, ni su nacionalidad, ni su edad, lo que da muestras de la larga cadena de compañías intermediarias y de dudosas figuras de empleo autónomo que se interponen entre el trabajador y su actividad.

Said Dakoun trabajaba limpiando el tejado de la firma vitoriana Sucesores de Aguirre, dedicada al suministro de forja metálica. Por causas que se desconocen, una de las placas de fibrocemento se rompió mientras despejaba los canalones del pabellón, y se cayó desde una altura de siete metros.

El accidente ocurrió a primera hora del pasado sábado. Said pasó los seis días siguientes debatiéndose entre la vida y la muerte en la UCI del hospital, hasta que los facultativos del centro certificaron ayer su fallecimiento debido al severo traumatismo que se produjo al impactar contra el suelo, según relató su propia familia.

ELA lamentó su muerte a través de una nota emitida a media tarde de ayer, al tiempo que denunció la «indefensión» que viven los inmigrantes, «obligados a trabajar muchas veces en peores condiciones que el resto».

Se trata de la segunda muerte laboral en circunstancias traumáticas de la que Osalan da cuenta en lo que va de año. Hace una semana, un empleado metalúrgico de 56 años falleció en Lezo al quedar atrapado en una máquina que carecía de equipos de protección contra accidentes.