La ONG considera “preocupante que se ligue” la existencia del puesto a que Lakua lo subvencione

xabier sagarzazu

irun. La desaparición del puesto de técnico municipal en inmigración sigue siendo fuente de críticas hacia el Ayuntamiento de Irun. SOS Racismo de Gipuzkoa considera que “el hecho de que una vez terminado el contrato del técnico municipal de inmigración en Irun, se diga que se está pensando la adecuada reorganización del trabajo, indica un grado de improvisación que resulta preocupante”.

Peio Aierbe, portavoz de este colectivo que trabaja con la población inmigrante, indicó ayer a este diario que “no entramos a valorar el conflicto laboral y de contrato, del que hemos oído hablar a través de los medios, pero sí nos llama la atención que si el Ayuntamiento de Irun sabía que se terminaba el contrato de esta persona, no haya previsto con antelación cómo reorganizar y repartir las tareas que se llevaban a cabo desde el puesto de técnico de inmigración”.

Desde SOS Racismo señalaron que “en Irun, hasta ahora, el trabajo con el colectivo inmigrante ha estado muy ligado a este puesto, que se creó para elaborar el Plan de Inmigración, para lo que se contaba, según lo establecido por la ley, con ayudas del Gobierno Vasco”.

Peio Aierbe matizó que “no estamos diciendo que las cosas se hagan mejor por el mero hecho de contar con un puesto de trabajo específico, pero hacer depender la existencia de este puesto del mero hecho de la subvención, es algo muy negativo y contradictorio. De todas formas, este dilema que ahora se da en Irun se enmarca en una problemática global, la de la falta de acuerdo entre el Gobierno Vasco y Eudel, la asociación de municipios vascos”. En este sentido, añadió, “los ayuntamientos no quieren crear puestos de técnicos de inmigración a cargo de sus propios presupuestos”. También desde diversos colectivos y asociaciones que trabajan con los inmigrantes en Irun señalan que están “a la espera de cómo evolucionan las cosas”, mientras el área de Bienestar Social evalúa cómo reorganizar las tareas en el ámbito de la inmigración. Así, Felipe Javier Pascua, secretario general de UGT en el Bidasoa, indicó que “sin entrar a valorar lo ocurrido, creemos que hay que seguir con los proyectos en marcha. El propio Consistorio ha confirmado esto pero sí nos parece importante que se designe a una persona de referencia a la hora de trabajar”.

Desde otras organizaciones, tras pedir que se preservara su nombre, señalaban: “Nos hemos enterado de que ya no había técnico de inmigración a fuerza de hechos. En los primeros días del año no había forma de contactar con él y supimos lo ocurrido más tarde”.