«Si te achantas ante ellos, vienen a por ti, te roban y te apalean»
Los jóvenes de Alcorcón describen los actos de los grupos más violentos
La Razón, 26-01-2007Madrid – Buscan bronca, insultan, intimidan, acosan, roban y se ponen hasta
los topes de drogas. Los jóvenes de Alcorcón hacen una escalofriante
descripción de los miembros que integran las bandas latinas, o no, y que
campan a sus anchas por las calles y parques del municipio. De los Ñetas
dicen que «te miran con mala cara y eso, y te quieren achantar ¿sabes?
Entonces si quitas la mirada, ya vienen a por ti y te roban y te meten
hostias o lo que sea. A los extranjeros yo nunca les he visto pegar a los
extranjeros. A los extranjeros no suelen robarles». Esta banda latina,
formada fundamentalmente por adolescentes de origen colombiano y
ecuatoriano, tienen «el control» de las canchas del Centro Joven. Aunque
ocasionalmente también se les puede encontrar en la Plaza de la
Hispanidad, es en las instalaciones deportivas donde se sienten más
fuertes, hasta el punto que son muchos los vecinos que han denunciado a
este periódico la extorsión a la que someten a sus hijos al exigirles el
pago de dinero para poder disfrutar de estas instalaciones municipales.
Los hurtos como prueba
Los Ñetas odian a los
Latin, otra de las bandas con más actividad en el Sur de la Región. Visten
con ropa ancha y gorra, de amarillo y negro, llevan cadenas de oro o plata
y se les suele ver por la calle Mayor. «Fuman hierbas, sobre todo,
hachís…si pueden robarlo…y dicen que no, pero sí, los reyes se ponen
hasta arriba de cocaína, se ponen todos en estado crítico, hacen lo que
les apetezca, te pueden destrozar una papelera, como ver una señora y la
roban, la tiran y salen corriendo», cuenta uno de los jóvenes
entrevistados para el estudio encargado por el Ayuntamiento. También
señalan que muchos de los actos delictivos, especialmente los hurtos,
constituyen pruebas de valía, que en virtud de su virulencia, sirven como
mérito, bien para entrar en la banda, o bien para subir de nivel en la
jerarquía. «Yo estuve una vez con ellos y me fui porque sí, porque
sí…son super agresivos», narra un joven que prefiere ocultar su
identidad.
Uno de los grupos que podríamos considerar autóctonos de
Alcorcón son los LMC (Los Más Cabrones), adolescentes de entre once y
dieciséis años, españoles y extranjeros – principalmente marroquíes – , que
cometen actos delictivos e intimidatorios siempre dejando huella de sus
iniciales en las paredes. De esta banda dicen que «son más violentos,
quizá, más como los skinhead digamos ¿no?, que no sabes por qué, pero la
única manera que tienen de sentirse alguien es apaleando entre cincuenta a
una persona». Otro de los alcorconeros relata su experiencia con Los Más
Cabrones: «Esos lo que hacen, por ejemplo, van a un instituto por ahí,
entran y cogen las sillas y las empiezan a tirarlas, entrar a un instituto
y empezar a gritar y desfase. Y salen todos los alumnos corriendo y
asustar y eso».
Llegados de la capital
De
la conversación con los jóvenes se desprende que Alcorcón se ha convertido
en el punto de reunión en el Sur de muchas de estas bandas. «Aquí no hay
muchos skinheads, pero suelen venir de Madrid cada tres meses o
cuatro…son nazis, marcas de nazi, ropa y eso, calvos y cosas raras en la
cabeza».
La zona de los Pinos es una de las más conflictivas.
Allí operan la Banda de Moros: «Los niños son los que van más a robar. Si
ven que no se lo damos, entonces llaman a más y ya se arma la de dios»,
explica un vecino.
Pero no toda la población tiene la misma
percepción de este preocupante fenómeno social. Para el personal técnico
que trabaja con jóvenes y para el tejido asociativo «las bandas juveniles
o no están presentes en el municipio o si existen apenas tienen
incidencia».
(Puede haber caducado)