LUIS DE VEGA CORRESPONSAL

RABAT. La Unión Europea se plantea ofrecer visados a Marruecos para que el Gobierno de Rabat acceda a firmar el acuerdo de readmisión de los emigrantes clandestinos que transitan por su territorio. Así lo manifestó ayer el comisario europeo de Justicia y Seguridad, el italiano Franco Frattini, ante el bloqueo de la situación debido a la negativa del país magrebí desde hace varios años a aceptar la devolución de los «sin papeles».

«Queremos que todos aquellos que pasan por Marruecos sean readmitidos, pero Marruecos no acepta este principio y plantea fuertes objeciones», dijo el comisario en el Parlamento europeo. Frattini señaló que hay que «ofrecer a Marruecos algo más, como facilitarles visados para estudiantes o investigadores».

Rabat ha señalado en numerosas ocasiones que no quiere convertirse en gendarme de Europa y que, en todo caso, debe ser el viejo continente quien aporte lo necesario para que los emigrantes no lleguen a su territorio. «Sería un gesto político para pedir a los marroquíes que firmen el acuerdo. Ya lo hemos hecho con los Balcanes ¿porqué no con Marruecos?», se pregunta Frattini.

Un bloqueo similar se vive con el acuerdo que firmó Madrid con Rabat en 1992 y que éstos incumplen de manera sistemática amparándose en que la situación ha cambiado mucho desde entonces. Ahora, argumentan las autoridades, lejos de ser un asunto que atañe a ciudadanos marroquíes, su territorio se ha convertido en centro de atracción para miles de africanos que quieren aprovechar la cercanía de Marruecos a Europa.

Expulsión de inmigrantes

La oferta de Bruselas llega en un momento delicado después de la polémica por las expulsiones de inmigrantes que están llevando a cabo las autoridades de Marruecos. Muchos de los trasladados a Argelia en las últimas semanas son refugiados y demandantes de asilo que se supone están bajo el paraguas del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que ha reconocido los atropellos sin impedirlos.

Las acusaciones se centran también contra este organismo de la ONU, cuya debilidad en territorio marroquí no es la primera vez que se pone de manifiesto.

Las denuncias de lo ocurrido han llegado a la UE, a la que Amnistía Internacional ha solicitado que replantee su política de colaboración con el reino alauí en materia migratoria.