El tono de la negociación abierta ayer por el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el líder de CiU, Artur Mas, fue, según destacó el segundo, “formalmente correcto”, y el acuerdo, posible en varios aspectos, aunque en otros las posiciones son lejanas. El Govern y la primera fuerza de la oposición intentarán en las próximas semanas alcanzar pactos sobre los grandes temas.

DESARROLLO DEL ESTATUT
La oferta realizada por Montilla a CiU no incluye la posibilidad de que la federación nacionalista esté, como reclama, en las comisiones que sentarán a uno y otro lado de la mesa al Ejecutivo central y al Govern para negociar el desarrollo del Estatut. Montilla ofrece crear por decreto un consejo de desarrollo estatutario en el que estarían representados todos los partidos catalanes y que constaría de entre 6 y 12 miembros. El órgano, un foro permanente, celebraría reuniones antes de las previstas para las comisiones gubernamentales, y sus posiciones no serían vinculantes.
Mas afirmó que esta oferta “se queda muy corta”, lo que le llevó a negar que el president tenga la mano tendida – – como aseguró en su investidura – – y a decir que solo encontró “un dedo”. Mas no rechazó por completo de entrada la propuesta del consejo de desarrollo estatutario. CiU, explicó su máximo dirigente, preparará una “contraoferta” que presentará al Govern. El líder nacionalista subrayó que en tiempos de Jordi Pujol sí se permitió la participación de la oposición en la comisión mixta de traspasos prevista por el anterior Estatut, a lo que el vicepresidente, Josep Lluís Carod – Rovira, replicó recordando que entonces la Carta catalana lo permitía, algo que no sucede ahora.
Mas se acordó del pacto que sobre el Estatut cerró con José Luis Rodríguez Zapatero, del que advirtió que fue “muy difícil” y que hay que sacarle “todo el rendimiento”. “Si yo hubiera sido presidente la cosa sería distinta”, afirmó. Sobre la posición que Montilla ofrece a CiU señaló: “Es dejarnos en el recibidor, sin poder pasar al comedor”.

INMIGRACIÓN Y VIVIENDA
Carod explicó que el Govern presentará en febrero sus propuestas de pactos nacionales sobre tres temas claves: inmigración, I+D+i y vivienda e infraestructuras. Los consellers de las áreas afectadas por estos temas coordinarán el debate previsto para alcanzar los acuerdos, que además de los partidos incluirá a los agentes sociales, económicos y territoriales.
CiU está dispuesta a hablar de estos pactos, aunque, de entrada, Mas advirtió de que hay aspectos como la posibilidad de expropiar pisos vacíos que difícilmente serán asumibles por los nacionalistas. Carod se mostró sorprendido, ya que recordó que en el 2002 CiU apoyó la iniciativa del Gobierno del PP de gravar con un recargo tributario los pisos vacíos, que nunca se llegó a aplicar.
En inmigración, pese a que las posiciones están alejadas y las propuestas electorales de CiU, en la línea de ofrecer ventajas a cambio de muestras de integración, distan de las del PSC e ICV, aunque no tanto de las de ERC, se hará un esfuerzo para evitar la falta de consenso en una cuestión clave. En infraestructuras, los nacionalistas reclamarán un impulso al Cuarto Cinturón y la gestión de Cercanías de Renfe.

LEY ELECTORAL
La ley electoral, bloqueada en la anterior legislatura por el gran consenso que requiere, debe desbloquearse de forma “urgente”, según afirmó Mas, quien lo justificó por la necesidad de “acercar” la política a la ciudadanía. Montilla consideró que el asunto debe abordarse en una ponencia del Parlament. El líder de CiU dijo que salía de la reunión sin una idea clara de lo que quiere el Govern sobre esta ley.

EL NUEVO CONSULTIU
Carod explicó en su comparecencia que, como deferencia hacia Mas, se le entregó un ejemplar del anteproyecto de la ley del Consell de Garanties Estatutàries, que reemplazará al Consell Consultiu. El texto, al que ha tenido acceso este diario, describe la naturaleza de la entidad que velará por la adecuación al Estatut y a la Constitución de las disposiciones del Govern. CiU y el tripartito no prevén diferencias sobre la ley. El nuevo Consell incorpora la función de control de la actividad del Parlament, que no tenia el Consultiu.

EL JEFE DE LA OPOSICIÓN
Mas anticipó que tampoco habrá problemas entre CiU y el Govern sobre la regulación por ley de las figuras del presidente de la Generalitat y del jefe de la oposición. En el segundo caso, Mas aceptó la regulación anterior, por la cual dispone de un asesor y un jefe de gabinete y de determinado rango protocolario, aunque rechazó el salario asociado. Ahora, incluso ERC, que en la anterior legislatura denostó la figura del jefe de la oposición, la apoyará, según anunció Carod.