Cual prestidigitador, el conseller Joan Saura utilizó ayer su chistera para sacar algunos documentos que descolocaron a la oposición. Durante su primera comparecencia parlamentaria como titular de Interior, exhibió el proyecto de ley de reforma del empleo público que ahora se debate en Madrid y que deja la puerta abierta a contratar extranjeros como funcionarios. O lo que es lo mismo, que personas sin la nacionalidad española puedan acceder a los Mossos d’Esquadra, siempre que se justifique que hay un “interés general”.
El plan para facilitar la entrada a los Mossos a personas de etnias y culturas diferentes a la autóctona, adelantado la semana pasada por este diario, centró parte del debate de Saura con los portavoces de la oposición en la comisión de Justícia e Interior celebrada ayer en el Parlament. El conseller reiteró su propuesta inicial de que aquellos que se hagan policías lo hagan en igualdad de condiciones que el resto de aspirantes. Pero esa nueva ley de funcionarios públicos permitirá a Interior realizar “fichajes” para determinadas plazas específicas en las que “por razones de interés general” no se tenga en cuenta la nacionalidad extranjera. Algo que ya contempla el borrador de la futura ley de la policía de Catalunya
Las consideraciones fueron variadas. Daniel Sirera, del PP, reivindicó clases de catalán subvencionadas para personas procedentes del resto de España que también quieren ser mossos, mientras que el diputado de ICV Jaume Bosch recordaba un “lamentable” artículo de la presidenta de la comisión, Montserrat Nebrera, en el que alertaba del fichaje de terroristas islamistas.

OPTIMIZAR RECURSOS
Saura rechazó tener propuesta alguna para sacar a la calle a los 600 agentes que en estos momentos realizan labores de vigilancia penitenciaria. Sí reconoció haber solicitado un informe que evalúe qué posibilidades tiene para sacar más rendimiento a la actual plantilla. “Aún no tengo el documento por tanto, no sé de cuántos mossos puedo disponer para patrullar. Pero sí sé que no privatizaré la vigilancia de las prisiones”, insistió.
En el inicio de su intervención, Saura propuso sin éxito al resto de partidos un gran acuerdo por la seguridad en Catalunya tras asegurar que vivimos en un país “razonablemente seguro”. El diputado de CiU Francesc Homs ofreció otro diagnóstico – – “tenemos un problema grave de inseguridad” – – , achacó al nuevo conseller “falta de convicción” en su nueva responsabilidad y le reprochó no estar siempre “al lado de las víctimas”, en clara referencia a la familia del empresario Joan Alsina, vinculado a Unió Democràtica de Catalunya y del que casi un mes después sigue sin saberse por qué le asesinaron.