El juicio a un ex miembro del Ku Klux Klan contribuye a cerrar viejas heridas en EE UU
El País, 26-01-2007El juicio a un ex miembro del Ku Klux Klan contribuye a cerrar viejas heridas en EE UU
El ex ayudante del sheriff James Ford Seale, de 71 años, está acusado de secuestrar y matar a dos jóvenes negros en 1964
EFE – Washington – 26/01/2007
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Con la acusación formal a un ex miembro del Ku Klux Klan por secuestro y asesinato, el sur de Estados Unidos intenta saldar cuentas con el oscuro pasado de racismo que todavía hoy retumba en la memoria colectiva del país.
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James Ford Seale era ayudante del sheriff de Natchez (Misisipí) el 2 de mayo de 1964, cuando dos jóvenes negros que hacían autoestop desaparecieron sin dejar rastro. La lucha porlos derechos civiles comenzaba a consolidarse mientras los grupos racistas se volvían más violentos, con el Ku Klux Klan en cabeza.
Según relataron testigos del Klan al FBI, Seale recogió a Henry Hezekiah Dee y Charles Eddie Moore en su coche, los llevó a un bosque y allí, con la ayuda de otros miembros del grupo, los ataron a un árbol y los apalearon. Después los arrojaron malheridos pero aún vivos al río Misisipí, atados al motor de un coche.
Un crimen que podría haber quedado sumergido para siempre en Misisipí salió a la luz dos meses después, cuando buceadores del ejército encontraron los cadáveres al dragar el río, mientras buscaban los cuerpos de tres activistas por los derechos civiles que habían sido asesinados. El caso inspiró el filme Arde Mississippi, rodado en 1988, y que desató una gran polémica en Estados Unidos por reabrir viejos rencores.
Tras el descubrimiento de los cuerpos, la investigación llevó hasta Seale y otro miembro del Klan, Charles Marcus Edwards. Los dos fueron detenidos en noviembre de ese mismo año por orden directa del entonces director del FBI, J. Edgar Hoover. Ambos confesaron la autoría del crimen, según los archivos del FBI, aunque fueron puestos en libertad condicional a la espera de juicio.
Se reabre el caso 40 años después
Pese al triunfalismo de Hoover, el juicio se pospuso porque el fiscal del distrito decidió retirar los cargos. Los acusados alegaron “maltrato brutal” y que las autoridades les habían denegado asistencia médica. Entonces el fiscal, con el consentimiento de las autoridades locales, pidió esperar a encontrar más pruebas. Esas pruebas no llegaron y el juicio nunca se celebró. Más de cuarenta años después, la incansable labor del hermano de uno de los asesinados, Thomas Moore, y la investigación del diario local The Clarion – Ledger contribuyó a la reapertura del caso en 2000.
Hoy, Seale tiene 71 años y se enfrenta a la firme determinación expresada por el secretario de Justicia, Alberto Gonzales, de resolver cualquier crimen relacionado con los derechos civiles en el pasado.
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