Una ONG dará servicio de guardería gratis a los hijos de trabajadoras inmigrantes
Se ubicará en un local de ocio infantil del Centro y estará atendido de forma voluntaria por un grupo de padres y estudiantes del colegio de Maristas Arrancará la próxima semana y funcionará por las tardes de lunes a viernes
Diario Sur, 25-01-2007Conciliar la vida familiar y laboral es difícil para la mayoría de los padres cuando ambos trabajan. Abuelos y demás allegados, cuidadoras contratadas o la guardería suplen a los progenitores durante la jornada. Pero cuando se trata de una madre sola, recién llegada a la ciudad, sin una red social, sin posibilidades económicas para acudir a los recursos privados ni plazas en los públicos, criar a un hijo y, al tiempo, respetar los horarios de la empresa se hace a menudo muy cuesta arriba.
Vivre es una ONG malagueña especializada en el trabajo con la infancia en la provincia y en países empobrecidos como Haití, y se ha propuesto paliar el problema. La semana que viene pondrá en marcha la ludoteca solidaria, una guardería destinada a suplir las carencias de las madres inmigrantes. Y, de paso, a crear vínculos interculturales entre familias malagueñas y sus nuevos vecinos.
La iniciativa es pionera y fruto de la colaboración de varias instituciones. Ismael Frederick, presidente de Vivre e impulsor del proyecto, ha vivido el desamparo en el que se encuentran estas personas desde dentro. «Yo soy solicitante de asilo. Era usuario del centro de acogida del Comité de Ayuda al Refugiado y sentía de forma muy cercana las carencias de las madres cuando salían del hogar».
La vocación le viene de antiguo. Antes de huir de Haití, Frederick militaba en ADJ (Acción Democrática Juvenil) y la Asociación para el Desarrollo Intelectual y Cultural (ADIC). Su labor social se centraba en la sensibilización de los más jóvenes, para evitar que entraran en el conflicto armado, impartiendo talleres por todo el país. Le costó el exilio.
Charla escolar
El cooperante acudió a dar una charla en el colegio de los Maristas, organizada por la Plataforma de Voluntariado, y el problema de las mujeres inmigrantes con hijos caló en los estudiantes. «Un grupo de chavales se ilusionó mucho e implicó a sus familias en la idea». Ya cuentan con una veintena de voluntarios, entre padres, alumnos y profesores de Secundaria, y estarán apoyados por miembros de la Plataforma.
La tercera pata del proyecto es el recinto infantil Magic Park, ubicado en la calle Trinidad Grund, en el Centro, cuyos responsables han cedido de forma gratuita sus instalaciones para que los pequeños puedan entretenerse.
Su propietario, Jean Jules, también tiene historia. Procedente de Camerún, pasó por el centro de acogida del Comité de Ayuda al Refugiado (Cear) en 1996. Una década después dirige dos negocios: el propio parque y un locutorio en Benalmádena. «Queremos ayudar a los demás dentro de nuestras posibilidades, echar una mano a quien lo necesita. Me siento parte del camino que tienen por delante los niños, porque he pasado por lo mismo. Los chavales no tienen más familia y aquí tienen un sitio seguro para pasar la tarde mientras sus madres trabajan».
Comenzó a trabajar como peón en Prolongo, en horario de tres de la tarde a tres de la mañana, seis días a la semana, «y sin faltar ni un día», acentúa. Allí estuvo tres años. Luego hizo un cursillo de electricidad y pasó a una empresa del ramo. Hasta que finalmente se decidió a crear su propio negocio. «Tenía la idea de un parque de ocio y me enteré de que se traspasaba Magic Park». De eso hace ya dos años. ¿La clave? «Trabajo duro, siete días a la semana sin parar. Mi vida sólo ha cambiado en que ahora tengo menos horas de sueño», bromea.
A modo de ensayo, la ludoteca arrancará con tres niños de entre 18 meses y siete años, «cuyas madres están trabajando y necesitan apoyo», dijo Frederick. La asociación se encargará de seleccionar a los candidatos, en función de su problemática y necesidades.
Grupos de ayuda
En cuanto a la organización, en principio cada día le tocará a un grupo formado por dos menores y un padre o tutor adulto (y un segundo equipo de reserva), aunque el personal se irá incrementando cuando sea necesario por el número de usuarios.
«Se trata de buscar alternativas útiles, de llegar a donde otros no llegan, a donde la Administración no puede alcanzar por la falta de plazas y de horarios», afirma el joven cooperante. «Pero también es una forma divertida de fomentar el contacto con personas de otros países y culturas».
MÁS INFORMACIÓN I Vivre. C/ Velázquez, 15. Rincón de la Victoria. 952401811. vivresiglo21.lineadirecta@yahoo.es
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