VÉLEZ-MÁLAGA: Cocina sin fronteras
Mujeres inmigrantes aprenden la gastronomía de la Axarquía para favorecer su inserción laboral
Diario Sur, 25-01-2007«EL ajoblanco es lo más raro que he probado, me sorprendió mucho lo refrescante que es y lo bueno que está, aunque después tuve que sufrir las consecuencias de un ataque de hígado», afirma entre risas Daniela Herrera, argentina de 30 años y una de las participantes del curso de cocina española para inmigrantes que está impartiendo el Patronato de Asuntos Sociales en el colegio Juan Villar Palasí de Vélez – Málaga.
No opina lo mismo Mia Zapartan, una rumana de 40 años, quien también se ha sorprendido con el ajoblanco «aunque a mi me ha sentado muy bien». Y es que en los dos años y medio que lleva viviendo en España, se ha enamorado de la cocina mediterránea. «La cocina de mi país está buena pero es más pesada para el estómago. Ésta es más sana, nunca me sienta mal». Mia afirma estar encantada con la iniciativa, «he aprendido a utilizar ingredientes de forma muy diferente. Por ejemplo nunca había usado la almendra para hacer el pollo en la salsa», apunta.
Daniela y Mia son dos de las 12 mujeres que participan en este curso, que durará dos meses, y que tiene un objetivo claro, que estas inmigrantes conozcan la cocina tradicional mediterránea, y en concreto la gastronomía axárquica. «Pretendemos que estas usuarias del Centro de Información a la Mujer se integren lo mejor posible y les sea más fácil acceder a un puesto de trabajo», asegura Josefina Ruiz, delegada de Asuntos Sociales.
Ana Segarra, cocinera con años de experiencia, es su profesora. Las chicas no paran de perseguirla por la cocina para tomar nota hasta del más mínimo detalle. «Están conociendo muchos productos que algunas desconocían, y sobre todo, las utilidades que les damos en la Axarquía y en España a algunos de ellos», señala Ana.
Platos
Migas, berza, tortillas de bacalao con miel de caña, jibia en salsa, potajes, torrijas, pestiños, gazpacho o ajoblanco, son algunos de los platos que ya han realizado desde que el pasado mes de diciembre comenzara el curso. «Una de las cosas que más les ha sorprendido son las tortillas de bacalao o la calabaza frita porque la mayoría sólo la usaba en repostería» apunta la cocinera, que asegura que a través de este curso están conociendo la cultura axárquica.
Las alumnas son de nacionalidades muy variadas, la mayoría sudamericanas, pero también rumanas y marroquíes. La mayoría tiene la esperanza de encontrar trabajo en la hostelería.
(Puede haber caducado)