Canchas blindadas y jóvenes a la espera
La Razón, 25-01-2007Madrid – La manifestación convocada para ayer a las siete junto al centro
joven de Alcorcón era en son de paz. Se trataba – según los organizadores,
de la coordinadora antifascista de Madrid (integrada por numerosos
colectivos ecologistas, okupas, etc…) – de dar un mensaje a favor de la
integración y en contra de la xenofobia.
La paz de ayer, sin
embargo, fue la de las medidas policiales. Decenas de lecheras aparcadas
por la zona. Agentes nacionales sellando la plaza e impidiendo a los
manifestantes reunirse en ella. La manifestación no estaba autorizada ya
que no había sido solicitada con el tiempo y los requisitos necesarios.
Las pancartas no se llegaron a desplegar. La convocada por el PP para hoy
también se ha suspendido, a petición expresa de la delegada del Gobierno.
Y los chavales no tenían precisamente buena relación con los policías,
aunque no pasó nada finalmente. «Estos son paramilitares. Nos han sacado
de aquí y nos han dado con las porras en los tobillos. Sobre las nueve de
la noche, algo más de un centenar de personas, divididos en grupos más
pequeños, iban siendo disueltos por los agentes. No hubo incidentes
graves, pero sí algún enfrentamiento verbal sintomático de las diferencias
que pueden existir en pocos palmos de terreno.
Duelo de ideas
«Aquí lo que hace falta es la jodida cultura», afirmaba M., un chaval
anarquista, sobre todo el problema, «que haya formación gratuita para los
jóvenes, que tengan un trabajo digno y derecho a una vivienda digna. Hace
falta integración y que la chavalería de los barrios no tenga que estar
aquí, tirada por los parques».
Al otro lado de la
discusión, un vecino de la zona con unos cincuenta años y alguna copa de
más a cuestas: «¿Quién ha traido esto? Toda esa gentuza que viene de
fuera». M discrepa profundamente: «A mí me han dado palizas españoles que
son unos macarras y mueven todo el cotarro. Hay gente extranjera
majísima». El, que vive en una casa ocupada que comparte con un trabajador
polaco de 43 años, debe saber lo que dice.
«La zona sur de
madrid siempre ha sido de izquierdas, multicultural y antifascista»,
afirma. «Vete por la mañana a la C – 5 y ahí encontrarás a los delincuentes
extranjeros: de camino al tajo, a trabajar», remata. Un chico de color,
procedente de Ghana, Freddy, apunta que problemas de racismo ninguno.
«Llevo cinco años trabajando en la puerta de una discoteca de aquí y
siempre nos hemos llevado perfectamente».
Los chavales que
juegan habitualmente en las canchas, por su parte, afirman que «hemos
jugado con suramericanos muchas veces y nunca nos han pedido ni un duro».
De cara al sábado preocupa que puedan aparecer por el pueblo grupos de
skinheads de ideología nazi. Un chaval afirma que los bares de «los moros»
van a cerrar por precaución.
(Puede haber caducado)