La policía disuelve una pelea de gallos en una calle del Cabanyal e identifica a cinco personas

Las Provincias, 25-01-2007

Una escena de otros tiempos es lo que se encontró el martes una patrulla de la Policía Local al llegar a la calle Amparo Guillem, en el Cabanyal. Los agentes interrumpieron una pelea de gallos y lograron retener a cinco personas para identificarlas. Uno de los animales ha sido llevado a una granja con heridas graves. El comunicado de la Policía Local habla de que uno de los cinco individuos retenidos, todos de etnia gitana, llevaba un gallo en brazos. El animal tenía abundantes heridas y con un ojo colgando, debido a que la pelea había empezado unos minutos antes. El resto de los identificados eran personas que al llegar los agentes “se encontraban jaleando” alrededor de la pelea.


La Ley de Protección Animal sanciona como falta muy grave este tipo de maltrato a los animales. La sanción podría llegar, según fuentes cercanas al proceso, a una cantidad que oscile entre los 6.000 y los 18.000 euros.


No obstante, fuentes municipales indicaron que el caso será tramitado por la “vía judicial” y que lo habitual es que la Sociedad Protectora de Animales se presente como acusación particular. De manera paralela, el proceso sancionador será llevado por la Generalitat.


De momento, según el comunicado, no ha quedado acreditada la propiedad del animal que fue decomisado tras la disolución de la pelea, lo que ocurrió a las nueve de la noche. El gallo ha sido trasladado a una granja para su recuperación, lo que se considera poco probable.


En caso de que el animal salga adelante, lo habitual es que acabe en una granja escuela, siempre “separado de los otros gallos, debido al carácter agresivo que tienen.” En el mercado negro alcanzan un precio muy elevado por su condición de peleones, por lo que la discreción es fundamental a la hora de curar sus heridas. En un primer momento, indicaron sus responsables, fue llevado al refugio que tiene el Ayuntamiento en la pedanía de Benimàmet, aunque luego se trasladó a otro lugar, fuera de Valencia.


Acerca de otros decomisos, la práctica totalidad de los casos suceden en el Marítimo, en los barrios de Malvarrosa, Cabanyal y Nazaret. En algunas ocasiones, son los propios vecinos quienes llaman a la policía, para denunciar el ruido de los criaderos y corrales de los gallos.


Uno de los últimos casos sucedió en la calle Campoamor, en el barrio de la Amistad. En abril del pasado año, un grupo de agentes sorprendió a una treintena de personas alrededor de una pelea de gallos.


Los cuatro animales, recién llegados de Cádiz según relataba el comunicado policial, fueron decomisados de inmediato, para ser llevados a un centro de recuperación. En el mismo bloque de viviendas, la policía había encontrado fechas antes 53 palomos deportivos, con un valor en el mercado de 12.000 euros.


El Ayuntamiento trata en el refugio de Benimàmet principalmente perros y gatos abandonados, aunque en los últimos años han aumentado los casos de animales tropicales, como serpientes, que son traídas de países sudamericanos y vendidas ilegalmente. Los gallos de pelea, en cambio, son nacionales.


pmoreno@lasprovincias.es

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