En la ceremonia, que tuvo lugar en un céntrico hotel madrileño, también se concedió la mención especial ‘in memoriam’ a la periodista Anna Politkovskaya, asesinada en Moscú el 7 de octubre de 2006, por ‘su insistente denuncia de las violaciones de los derechos humanos, muy especialmente las cometidas por fuerzas rusas contra el pueblo de Chechenia’.

El magistrado emérito del Tribunal Supremo, José Antonio Martín Pallín, recibió el premio nacional por ‘su generosa y solidaria entrega personal a la defensa y promoción de los derechos humanos y de la justicia democrática e imparcial’.

Martín Pallín dedicó el galardón a todos aquellos que se ocupan de defender los derechos humanos, ‘desde el anonimato, de forma heroica y desinteresada’.

El fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, recogió el premio internacional por ‘su histórica tarea de poner en marcha la Fiscalía del Tribunal, manteniendo su vocación de universalidad frente a la campaña de boicot y las presiones que pretenden limitar el ámbito de su jurisdicción’.

Moreno Ocampo agradeció este reconocimiento, al tiempo que indicó, en referencia a la Corte Penal Internacional: ‘no sé cuánta justicia vamos a dar, pero estamos marchando’.

El periodista y reportero de televisión Vicente Romero obtuvo el premio de periodismo por ‘su implicación y compromiso personal y profesional en la defensa de los derechos humanos, denunciando situaciones de injusticia y sacudiendo las conciencias frente a realidades que muchos no quieren ver’.

Tras dedicar el galardón a aquellos que están detrás de las cámaras, Romero aseguró que ‘no puede haber periodismo si no hay un compromiso personal y ético con los que no tienen voz’.

El presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, Manuel Ollé, destacó que ‘los premiados son dignos ejemplos en la lucha contra la impunidad y referentes en la consecución de la esperanza para conseguir un mundo mejor’.

En distintos países del mundo, ‘los derechos humanos se están conculcando y destrozando, desde el abuso, la hipocresía y la impunidad’, dijo.

En España, agregó, también existen grandes desafíos como los malos tratos, la inmigración, los brotes de xenofobia, el racismo, la violencia de género, la corrupción, que incide en el corazón de los derechos económicos y sociales, y la asistencia a las víctimas del terrorismo.