JORDI MASNOU – TONA
Cuatro hombres bolivianos de entre 25 y 32 años han pasado los últimos meses viviendo en condiciones infrahumanas en un taller mecánico de Tona (Osona).

El caso lo destapó el viernes por la tarde la policía local dentro del dispositivo Roda, que por estos hechos detuvo a Emili R. F. y Emili R. B., padre e hijo de 69 y 27 años y vecinos de Sant Fost de Campsentelles (Vallès Oriental), acusados de un presunto delito contra los derechos de los trabajadores y por romper una medida judicial.

Los primeros indicios vieron la luz cuando se comprobó que el taller de reparación de coches no disponía del permiso municipal de actividades. Este hecho dio lugar a una inspección administrativa en la que se comprobó que dentro del garaje había un coche BMW que los Mossos habían precintado en Mollet, lo que suponía que los acusados habían roto el precinto y se lo habían llevado.

Pero las irregularidades no acaban aquí. En el mismo taller trabajaban cuatro hombres de origen boliviano sin permiso de trabajo ni contrato.

Los detenidos les habían prometidos sueldos que tenían que oscilar entre los 600 y los 1.200 euros, pero en la práctica sólo les pagaban unos 50 euros semanales, según relataron los trabajadores a la policía. La misma nave era el lugar de residencia de los cuatro hombres. Tenían que sobrevivir durmiendo juntos para intentar aguantar el frío, encima de unos cartones y refugiándose debajo de la escalera. No tenían ducha: para asearse llenaban de agua un bote de pintura del taller que calentaban en el microondas.

La policía local de Tona precintó el local el pasado viernes como medida cautelar y los detenidos quedaron en libertad con cargos después de declarar ante el juez. Los cuatro bolivianos se alojaron en Vic, hasta que ayer por la mañana se instalaron en Barcelona en casa de unos amigos.