TEXTO Y FOTO: JOSÉ CARLOS GARCÍA / CEUTA/
«LO esencial es invisible a los ojos». Esta frase del desaparecido escritor francés Antonie Saint – Exupèry anuncia en un calendario que vivimos en el primer mes de 2007. La cita del autor de ‘El Principito’ no llega por casualidad a este almanaque diseñado para convertirse en un instrumento de convivencia. En una ciudad que presume de interculturalidad pocos son capaces de saber que el 21 de febrero se celebra el Miércoles de Ceniza que anuncia la llegada de la Cuaresma, que el 13 de septiembre comienza el Ramadán, que el 22 de septiembre llegará este año el Yom Kippour o que el 9 de noviembre llegará el Diwali. Pero ahora puede ser muy sencillo conocer todas las festividades de cristianos, musulmanes, hebreos e hindúes echando una mirada al calendario de la Ceuta intercultural que que ha elaborado Comisiones Obreras.

Las cuatro comunidades no son la excusa, sino las protagonistas de una obra que forma parte de un proyecto educativo que CC. OO., a través de su fundación de formación FOREM, está desarrollando en los institutos de Ceuta con el apoyo del Ministerio de Educación y Ciencia. La actividad está dirigida a alumnos de primer y segundo ciclo de la ESO. O dicho de otro modo: a chavales de entre 12 y 16 años. La elección no es casualidad. Es una edad «muy crítica» de la vida, un momento en el que se fija la personalidad, pero en el que «es más fácil aprender lo que se debe». Contra esa debilidad de la adolescencia y con la intención de «conocer al que está a tu lado por lo que te aporta y no por la comunidad a la que pertenece» ha visto la luz este calendario, según explica Quique Roldán, técnico del programa educativo y autor intelectual de esta obra que ayer se presentó en sociedad en el instituto Almina en un acto al que asistieron los máximos responsables del MEC, de Trabajo y del Imserso en Ceuta, representantes de la comunidad educativa y de organizaciones de la sociedad civil empezando por el movimiento vecinal.

En este centro educativo de Villajovita dio sus primeros pasos este proyecto, que irá pasando por el resto de institutos hasta final de año en la medida de lo posible (si el calendario lo permite). Tras el almanaque será el turno de la música. La educación intercultural llegará en forma de las notas salidas de instrumentos propios de las cuatro comunidades. Después el proyecto tomará forma de otra expresión artística. Pero siempre el programa de FOREM comienza de la misma manera: explicando a los chavales conceptos como solidaridad, convivencia, tolerancia, respeto o igualdad, relata Quique Roldán. A partir de entonces la actividad creativa sirve para que que los adolescentes profundicen en el conocimiento de estos valores, como lo han hecho los jóvenes del Almina con los dibujos que han realizado y que han servido – algunos de ellos – para ilustrar el calendario intercutural.

El camino del progreso

Ver una ciudad en las que conviven históricamente cuatro comunidades y en la que cada cultura no conoce a las otras puede resultar llamativo a simple vista. Al menos esto llamó la atención de Roldán, un gaditano que ha visto en este calendario la oportunidad de llenar un hueco y contribuir a que los ceutíes conozcan a quienes tienen al lado. Esta meta es algo más que convivencia. A juicio de Roldán puede ser el camino del progreso: «A lo largo de la historia todas las sociedades más avanzadas y evolucionadas se han caracterizado por ser las más abiertas, y Ceuta tiene en las personas un potencial que debería ser el verdadero motor económico de la ciudad. No hay recursos primarios, la industria es escasa, lo que hay es un gran capital humano, pero este potencial no se desarrolla por prejuicios, por juicios previos, por ideas preconcebidas».

Contra esos prejuicios y para que no los adquieran los jóvenes ha llegado este programa educativo pensado para llamar nuestra atención y hacernos reflexionar. Lo dice el calendario recordando a Martin Luther King: «Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos».