Interior preparará a los inmigrantes para pasar los exámenes de mosso

La meta de la 'conselleria' es formar en el 2009 una treintena de agentes de otras etnias o culturas. La Generalitat iniciará tras el verano la búsqueda de candidatos entre jóvenes de 17 a 25 años

El Periodico, 23-01-2007

MAYKA NAVARRO
BARCELONA

Porque así será un reflejo más fiel de la sociedad catalana, porque dará credibilidad al cuerpo y porque, en último término, abrirá el abanico de la operatividad en la lucha contra la delincuencia, la Conselleria d’Interior no solo ratificó ayer su voluntad de incrementar la presencia de inmigrantes en los Mossos d’Esquadra, sino que reveló además que ya ha dado los primeros pasos para que en el 2009 salgan de la academia de Mollet del Vallès 30 nuevos agentes de etnias o culturas distintas a la autóctona. No serán los primeros del cuerpo, pero dejarán de ser fruto de la casualidad. Interior se propone establecer un procedimiento sistematizado para despertar interés entre jóvenes de 17 a 25 años, a los que formará con la intención de que puedan presentarse a los exámenes de ingreso en el cuerpo con opciones reales de aprobar.
La búsqueda de candidatos empezará tras el verano. La condición previa, por ahora aún indispensable, es que tengan nacionalidad española. Interior echará mano de las asociaciones de inmigrantes con las que diseñará algún atractivo mensaje dirigido exclusivamente a ese colectivo joven que se ha instalado en Catalunya tras sus padres. Irán a los centros de estudio y de trabajo. “Nos conformamos con empezar con 200 jóvenes”, explicó el secretario general de Interior, Joan Boada.

CLASES DE CATALÁN Y CULTURA
Una vez seleccionados, entraría en juego la Conselleria de Educació. “Con ellos se diseñaría un programa de formación de no más de cuatro meses en los que recibirían clases de catalán y nociones básicas de cultura e historia”, añadió el secretario de seguridad pública, Joan Delort. Las clases, con no más de una treintena de alumnos, se realizarían en institutos repartidos por el territorio catalán.
“Lo importante es que estos 200 jóvenes se presenten a las pruebas de ingreso en igualdad de condiciones que el resto de aspirantes”, añadió Boada. Los cursos estarían subvencionados por la Generalitat. ¿Porque? “Somos los primeros interesados en que vengan y formen parte de nuestra policía”, afirma Delort.
El plan de Interior supone que estos 200 jóvenes interesados en ser mossos empezarán su formación previa después del verano para presentarse a las pruebas de acceso, que durarán todo el primer semestre del 2008. Los responsables de Interior consideran que si las próximas promociones aportan una media de un 2% de agentes, es decir, una treintena de candidatos, de otras culturas se abrirá la puerta a un “mestizaje” enriquecedor para la organización y para el servicio que ofrecen.
Tanto Delort como Boada negaron que el plan se fundamente en una discriminación positiva. Al contrario. Y pusieron como ejemplo Holanda, donde sí se apostó por facilitar la entrada de inmigrantes a su policía y aunque el proyecto tuvo un gran éxito inicial, resultó un fracaso por el rechazo que los nuevos provocaron entre sus compañeros.
En el transcurso de una rueda de prensa, Delort asumió que, de momento, la cuestión de la nacionalidad española era “insalvable”, pero no cerró la puerta a que ese marco legal que obliga a todos los funcionarios a tener un DNI pueda cambiarse o, incluso, contemplar alguna excepción en Catalunya, que podría pasar por obtener la nacionalidad una vez aprobados los exámenes de ingreso en la policía. “Estamos abiertos a cualquier posibilidad, de verdad”, insistió el secretario de seguridad pública de Catalunya.
El proyecto, avanzado por Joan Saura en una entrevista publicada ayer en EL PERIÓDICO, contempla la presencia multiétnica de agentes en la calle, pero no esconde la necesidad que tienen las policías modernas de enfrentarse a una delincuencia criminal que cada vez tiene más acento extranjero.
Los cinco asiáticos de nacionalidad española que ya son Mossos no necesariamente trabajan todos en los diferentes servicios de información -siempre de paisano recopilando datos-, o en las unidades judiciales intentando pasar desapercibidos en su comunidad para investigar algún tipo de delito. Aunque, su labor en estos dos terrenos tan concretos es difícilmente asumible por otros agentes. Un ejemplo clarificador son las investigaciones que se realizan en la comunidad china, una de las más cerradas y donde más dificultades tienen de conseguir la confianza de las víctimas.

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