Sundance se asoma a la emigración y a los crímenes de Ciudad Juárez

Películas sobre la realidad mexicana, desde el melodrama hasta la denuncia, ocupan estos días las pantallas de Park City

La Vanguardia, 23-01-2007

ANDY ROBINSON – Enviado especial PARKCITY
.- No se había conocido desde Marcelino Pan y Vino a un niño de cine tan bien dotado para arrancar lágrimas a un público de habla hispana como Carlitos, protagonista de la película La misma luna,que se vio el domingo en Sundance. Pese a su edad, Carlitos, interpretado por Adrián Alonso, de doce años, emprende un viaje desde México a Los Ángeles para reunirse con su madre, inmigrante ilegal forzada a cruzar la frontera para encontrar trabajo y mandar 300 dólares al mes a su hijo. Éste sólo puede hablar con su madre por teléfono en conversaciones en las que ambos pierden costosos segundos telefónicos llorando a mares.

Lejos del cine sesudo del trío de directores mexicanos González Iñárritu, (Babel),Cuarón (¡Y mi mamá también!)y Guillermo del Toro (El laberinto del fauno),La misma luna pertenece a otro género latino: el de las telenovelas. Pero hasta el más sofisticado público de Sundance lloró al verla. “Me gustan las películas que emocionan”, dijo Patricia Riggen, directora de esta ópera prima.

Mientras La misma luna va dirigida a las mujeres hispanas, la segunda película mexicana en Sundance, Padre Nuestro,ópera prima de Christopher Zalla, es para hombres: un thriller violento que trata la separación por la frontera de un padre y un hijo. Quizás sólo queda el género del terror para describir la frontera. Y esto se hace, curiosamente, en un documental. Bajo Juárez, la ciudad que devora a sus hijas,de Alejandra Sánchez, revisa el asesinato brutal de 400 mujeres en Ciudad Juárez, que el escritor Roberto Bolaño investigó en su novela 2666,dejando entrever que existe una conspiración siniestra entre políticos, policía y narcotraficantes para explicar la impunidad de los asesinos. Bajo Juárez sigue la tesis conspiratoria de Bolaño e implica más o menos explícitamente a grandes terratentienes, las familias Zaragoza y Bermúdez. Este documental, nada adornado, se convierte en una película de terror simplemente a través de sus testimonios. “Vimos una limusina con gente disfrazada con máscaras de Halloween”, dice un ex investigador policial al relatar el caso de una de las mujeres violadas, mutiladas y estranguladas, en lo que, según una periodista de El Paso Times,son actividades sádicas

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