M.N.

ALMERÍA. Agentes de la Policía Local de Almería detuvieron en la noche del domingo a siete jóvenes de nacionalidad ecuatoriana tras una reyerta en la que intervinieron una treintena de personas en una céntrica plaza de la capital y que ocasionó daños de diversa cuantía en vehículos y fachadas colindantes.

Según informaron fuentes de la Policía Local, la actuación tuvo lugar pasadas las nueve de la noche del domingo tras una llamada de un vecino de la Plaza Altamira, que advertía de que se estaba produciendo «una multitudinaria batalla campal» en la zona y que los implicados estaban empleando bates de béisbol, piedras y botellas en la pelea.

Cuando las tres dotaciones de la Policía local llegaron al lugar de los hechos, los jóvenes – una treintena – comenzaron a dispersarse en distintas direcciones aunque los agentes lograron detener a siete de ellos, todos de nacionalidad ecuatoriana y de entre 18 y 24 años, a los que se intervino un cuchillo de grandes dimensiones, una navaja multiusos y dos cadenas con candado de ciclomotor. Los agentes encontraron, asimismo, en el interior de dos contenedores de calles adyacentes a la Plaza Altamira varios bates de béisbol y botellas de cristal rotas que también fueron requisadas para la instrucción de las diligencias, que fueron trasladadas a la Policía Nacional de Almería.

Ajuste de cuentas

Todos los detenidos, tras ofrecer resistencia, se negaron a someterse a un reconocimiento médico, aunque la Policía local aseguró que presentaban contusiones de diversa consideración, así como rasguños producidos por objetos cortantes. Las diligencias que instruye la Policía apuntan a que se trató de un ajuste de cuentas entre bandas rivales con integrantes de la misma nacionalidad, aunque a los jóvenes se les considera autores de desorden público, resistencia y desobediencia a la autoridad.

Pelea en Zaragoza

Por otra parte, cuatro rumanos agredieron de forma brutal el sábado en Zaragoza a dos compatriotas, con quienes al parecer convivían en la misma vivienda, con cuchillos, catanas y «patas de cabra» – herramientas para hacer palanca – , lo que les ocasionó heridas muy graves. El suceso tuvo lugar en torno a la una de la madrugada en la propia vivienda que compartían.

Un herido sufre traumatismo craneoencefálico, cortes en la cabeza, una herida de arma blanca en el glúteo izquierdo y traumatismos en los hombros, y su compañero una fractura en un brazo, traumatismos craneoencefálico y en la rodilla izquierda, un corte en la mano izquierda con rotura de tendón y un corte en la tibia izquierda.