Adiós al 'abuelo' de las comunidades de Emaús

Diario de Noticias, 23-01-2007

EL fundador de los Compañeros de Emaús, el abate Pierre, falleció ayer en París a los 94 años. El que fuera la voz de los más pobres desde hace más de medio siglo en Francia ingresó la semana pasada en un hospital de la capital gala para someterse a una revisión periódica, pero su corazón se rindió ayer de madrugada. Su particular forma de luchar contra la pobreza se implantó en Pamplona en 1972, año en que se iniciaron los primeros grupos de trabajo con inmigrantes portugueses de etnia gitana, pero no fue hasta 1978 cuando Traperos de Emaús comenzó a desarrollar su labor de manera permanente en Navarra. Abbé Pierre visitó la vida de la comunidad de Emaús en Pamplona en dos ocasiones: la primera en 1975 para ser testigo del trabajo realizado con los inmigrantes portugueses y la creación del poblado de Santa Lucía; y la segunda, cinco años después. En ambas, apunta José María García Bresó, director de la Comunidad Traperos de Emaús en Navarra, “compartió la vida de la comunidad y nos transmitió sus experiencias en la lucha contra las desigualdades sociales”.

Esta entidad comenzó su trabajo en la Comunidad Foral hace algo más de tres décadas, en 1972. Sus inicios estuvieron ligados a dar respuesta a la proliferación de chabolas de inmigrantes gitanos portugueses en las afueras de Pamplona, que dio lugar al nacimiento del poblado de Santa Lucía. Así se puso en marcha el primer campo de trabajo de Traperos de Emaús, que recibió la visita del máximo fundador de esta comunidad tres años más tarde. “Compartió sus experiencias con las familias portuguesas y también se reunió con los primeros jóvenes que estaban realizando actividades en Traperos de Emaús”, cuenta García Bresó.

Poco a poco la labor desarrollada por esta fundación fue encontrando su espacio en Pamplona y la Comarca y en 1978 se constituyó de forma oficial. A partir de este momento, en Villa Simona, una vieja casa situada a pie de Mendillorri, Traperos de Emaús comenzó a trabajar de forma “permanente y cotidiana” con las personas que vivían en riesgo de exclusión social en la Comunidad Foral. Ante esta situación, Abbé Pierre regresó de nuevo a Pamplona en 1980, aprovechando una visita que realizaba por Bilbao y San Sebastián, y compartió durante dos días la vida en la comunidad pamplonesa. “Nos transmitió sus experiencias en la lucha contra la pobreza y las desigualdades sociales”, señala García Breso, que, como representante de los grupos Emaús en España, acudirá a un acto homenaje que se celebrará el jueves en la catedral de Nôtre Dame. “El sábado se decidirá si organizamos un acto en su recuerdo”, indica García Bresó, que asegura que se ha ido “uno de los grandes profetas”.

diputado Henri Groues adoptó el seudónimo de Abbé Pierre en la II Guerra Mundial, cuando combatió contra el fascismo como miembro de la resistencia francesa. Ayudó a esconderse y cruzar las fronteras a judíos y jóvenes perseguidos por los nazis, falsificó con este fin documentos de identidad y salvoconductos, y reconstituyó el paso de los Pirineos, hasta ser descubierto y detenido en Cambo les Bains (Francia). Logró evadirse pero fue nuevamente arrestado en Miranda, de donde escapó gracias al obispo de Vitoria.

Al finalizar la guerra fue elegido diputado independiente por el Movimiento Republicano Popular y en 1949 empezó la construcción de alojamientos para familias sin techo. Creó así el Albergue de Juventud Internacional Emaús, que se convirtió en la primera casa de acogida para personas necesitadas. Al abandonar el cargo de diputado su economía se vio afectada y se planteó la disolución de la comunidad, pero sus compañeros le alentaron a dedicarse a recoger de las basuras muebles, ropas, papel y chatarra para financiarse. Así surgió el Movimiento de los Traperos de Emaús, experiencia que se trasladó a Francia y de allí a 40 países en todo el mundo.

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