Inquietud en la Policía ante la avalancha de musulmanes que pretenden ser agentes

El sindicato CEP teme que islamistas radicales accedan al Cuerpo tras

La Razón, 22-01-2007

MADRID – La Confederación Española de Policía (CEP) ha solicitado que se
impida el ingreso en el Cuerpo Nacional de Policía de cualquier joven
español del que exista alguna prueba de simpatía, proximidad o pertenencia
a opciones religiosas extremistas, especialmente si es residente en las
ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. La petición la registró en el
Ministerio del Interior el pasado día 19 y será planteada en el Consejo de
Policía, un órgano con representación paritaria de la Administración y de
los miembros del cuerpo.
   La intención de este sindicato es que se
establezca un protocolo de tal manera que los miembros del tribunal
opositor que examina a los futuros agentes tengan informaciones oficiales
que les permitan despejar cualquier sospecha hacia los futuros aspirantes
sobre su posible pertenencia a movimientos radicales islamistas en el
momento de someterse a la prueba de la entrevista personal.
   La
propuesta especifica, incluso, cómo deben ser los informes de los que
deben disponer los examinadores: los que figuren en los archivos de las
Comisarías de Policía de Ceuta y Melilla sobre los opositores de estas
ciudades, los que obren en los Estados Mayores de las Comandancias
Militares de ambos puntos y los que obren en las comandancias de la
Guardia Civil.
   Prevención
   El sindicato
policial teme que «jóvenes españoles radicales o salafistas puedan ir
accediendo poco a poco a unidades administrativas de la función pública
cuyo cometido es, precisamente, velar por el cumplimiento de una normativa
que contraviene esos principios radicales, lo que pone bajo sospecha al
resto de funcionarios de cualquier confesión», dice el escrito.
   La intención de esta criba de futuros agentes no es otra que la de
«salvaguardar la imagen y el buen hacer de todos los integrantes del
Cuerpo Nacional de Policía, independientemente de sus opciones religiosas,
habida cuenta de que existen decenas de funcionarios de diferentes
confesiones que cuentan con toda la confianza de sus responsables
administrativos».
   La CEP se ha planteado llevar al Consejo de
Policía esta petición después de comprobar que 434 solicitudes, de las
5.550 plazas de la última convocatoria publicada en el BOE el pasado 5 de
junio y que sigue en curso, eran de jóvenes que profesan la religión
musulmana (lo que representa más del 8 por ciento) y principalmente
provenían de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, una circunstancia
en la que, hasta ahora, no se había reparado.
   Informaciones
   El sindicato basa, además, su petición en las inquietantes informaciones
que, a su juicio, han aparecido durante los últimos meses en varios medios
de comunicación relativas a las ciudades autónomas, donde «se vienen
produciendo desde hace tiempo una serie de acontecimientos insólitos». El
documento pone como ejemplos el que se tuviera conocimiento de que jóvenes
españoles de Ceuta participaran en los atentados terroristas del 11 de
septiembre de 2001 en Estados Unidos; el hecho de que recientemente se
descubriera que un grupo radical islámico tuviera la intención de asaltar
un polvorín militar de Ceuta para iniciar una campaña terrorista. A estas
circunstancias «estremecedoras», añade que se tenga conocimiento de que
«los integrantes de estos grupos islámicos no son extranjeros, sino
jóvenes de nacionalidad española de religión mahometana que residen en la
Ciudad Autónoma.
   Su argumentación es aún mucho más larga:
recuerda que un grupo de jóvenes soldados profesionales estando de
uniforme reglamentario y en el interior de un acuartelamiento militar de
Ceuta llegaron a quemar una fotografía oficial del Rey de España el pasado
14 de diciembre, lo grabaron en vídeo y colgaron la filmación en una
página web.
   Incluso hace alusión a «Hamed», (el talibán
español) de 29 años, que «se ha convertido en una especie de mesías y en
las playas de Ceuta cuenta sus historias a los jóvenes inexpertos que le
escuchan, convirtiéndose en un modelo a seguir por docenas de jóvenes
españoles de religión musulmana que residen en la ciudad».
   Polémica en el Ejército
   En el Ejército,
también ha sido motivo de polémica el ingreso de musulmanes. Esta semana
se supo que diez soldados ceutíes de esta confesión religiosa habían
llevado ante el juez su expulsión del Ejército después de que se alegara
que existían «informes reservados del Estado Mayor» que así lo
aconsejaban. El ministro del Defensa, José Antonio Alonso, negó hace unos
días que exista preocupación por el aumento de militares musulmanes en el
Ejército.
   La llegada de musulmanes a los cuerpos de seguridad
está generando tensiones no sólo en España, sino en muchos otros países.
Sin ir más lejos, en Gran Bretaña, una recluta de la Policía de origen
musulmán ha desencadenado un nuevo debate por su negativa a estrechar la
mano del jefe de Scotland Yard porque, según argumentó, se lo prohíbe su
religión. La joven, que cubría su cabeza con un velo, se negó también a
ser fotografiada con su jefe para que no se utilizase su imagen con fines
propagandísticos. Algunos jefes creen que tal actitud podría convertirse
en un obstáculo si tiene que detener a un varón, pero también temen el
escándalo que motivaría un posible despido, informa Efe.
   Tahir Butt, portavoz de la Asociación de Policías Musulmanes, expresó
su apoyo a la actitud de su colega y dijo que sus acciones «muestran
firmeza de carácter, desafían las normas sociales y educan a otros».

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