«¿Qué tiene que ver la religión con el trabajo?»
La Razón, 22-01-2007Ceuta – La llegada al Cuerpo Nacional de Policía de la «onda expansiva» de
la polémica generada en las filas de las guarniciones militares de Ceuta y
Melilla, a cuenta de la reciente no renovación de los compromisos de al
menos una decena de soldados musulmanes con el único argumento de la
existencia de «informes reservados» y la aparición periódica de
informaciones que cuestionan la confianza y la lealtad de los militares de
confesión islámica ha generado un profundo malestar en la plantilla de la
Jefatura Superior ceutí, para la que trabajan unos tres centenares de
agentes, dos decenas, musulmanes.
La presencia de jóvenes musulmanes
en la Escuela Andrés Carrera, verdadero vivero de agentes de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado en Ceuta, ha ido creciendo en paralelo a
la incorporación de miembros de esta comunidad religiosa a otros ámbitos
de la sociedad de la ciudad autónoma. «Hay más policías nacionales
musulmanes, como también hay cada vez más abogados, más licenciados
universitarios y más profesionales de toda índole», explican fuentes
cercanas a la Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía, que han
querido eliminar «cualquier importancia» al hecho de que sus agentes sean
de una confesión religiosa u otra.
«Nuestro trabajo no tiene
nada que ver con la religión que cada uno profesa», explica Carrera,
especialista en desactivación de explosivos (Tedax) y fundador de la
escuela que el pasado mes de agosto formó también al primer policía hindú
de la ciudad autónoma. «El alumno más destacado de la última promoción de
la escuela fue musulmán y el próximo mes de febrero jurará su cargo tras
haber pasado el correspondiente periodo de prácticas y con el número 80 de
todos los estudiantes de la Academia de Ávila».
El Cuerpo
Nacional de Policía en Ceuta es, a mucha distancia del Ejército y un poco
por detrás de la Guardia Civil, la tercera policía que ha asimilado con
más normalidad la entrada de musulmanes en sus filas, muy por delante de
la Policía Local. En su desempeño diario, los agentes «no se diferencian
en absoluto unos de otros». Ni durante el tiempo que dura la celebración
del Ramadán ni en cualquier otro momento del año.
«Los
musulmanes que entran en el Cuerpo Nacional de Policía lo hacen tras haber
superado exactamente los mismos requisitos que el resto de candidatos y,
además, porque son españoles. No hay más que hablar», concluyen varios
policías en el bar anexo a sus dependencias donde desayunan a diario
agentes cristianos, musulmanes y, pronto, hindúes.
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