Máxima tensión en Alcorcón por nuevos disturbios entre iberoamericanos y españoles Nueve detenidos y cuatro heridos es el balance de un enfrentamiento que dura tres días y que reunió ayer a varios centenares de jóvenes a los que la Policía disolvió
ABC, 22-01-2007M. J. ÁLVAREZ
MADRID. Españoles contra iberoamericanos. O viceversa. La pelea desatada con anterioridad, presumiblemente la noche del viernes, originada por la supuesta agresión de un joven español a un ciudadano dominicano, vivió ayer su tercer capítulo. Y parece que no será el último. Como ya informó ABC, dicho enfrentamiento continuó el sábado cuando unos, por saldar la cuenta pendiente, y los otros, quizá por hacer una demostración de fuerza, se enzarzaron en una riña multitudinaria en la que participaron en algunos momentos más de medio centenar de personas de ambos grupos.
Los encontronazos se repitieron por las calles de la localidad alcorconera. Comenzaron al filo de las siete de la tarde en un parque y siguieron en la calle de Maestro Victoria, en el barrio de Torres Bellas, cerca de las canchas del Centro Joven, próxima al domicilio de un dominicano. Allí se reunieron, convocados a través del messenger y SMS, un centenar de adolescentes españoles, de entre 17 y 19 años, según informaron fuentes policiales y del Ayuntamiento de Alcorcón.
Catanas, bates…
La Policía Local tras hablar con ellos, consiguió que se disolvieran. Sin embargo, las cosas no se iban a quedar así. Al parecer, el dominicano avisó a sus amigos y compatriotas, todos ellos latinos, con el fin de que le ayudaran por lo que pudiera pasar. Y pasó.
Los choques se repitieron por diversas calles del centro del pueblo cada vez que se encontraban miembros de uno u otro grupo, y con ello, se sucedieron las carreras por la zona. El momento más álgido se produjo sobre las nueve de la noche cuando se consumó la reyerta en la calle Luna. Fue cuando los que iban armados decidieron utilizar todo el material que portaban: cuchillos, navajas, bates de béisbol, catanas e, incluso, una pistola simulada.
Al final, cuatro personas resultaron heridas (tres españoles y un colombiano) y el Summa atendió a otras cuatro leves al sufrir golpes y contusiones. El más grave fue un nacional que recibió seis cuchilladas en la espalda y ha perdido el bazo. Otro de los lesionados fue un agente de la Policía Nacional, apedreado en la cabeza.
Los agentes detuvieron a siete personas por portar armas blancas: tres dominicanos, dos colombianos, un boliviano y un ecuatoriano. Todos aseguran ser menores, aunque se les están haciendo las pruebas pertinentes. El tercer capítulo de este enfrentamiento tuvo lugar ayer cuando, de nuevo por SMS y messenger, más de doscientas personas, según las mismas fuentes, se concentraron sobre las seis de al tarde en la avenida José de Aranda, cerca de donde ocurrió la trifulca multitudinaria del sábado.
La Policía, en alerta
Aunque diversas fuentes policiales descartan que los iberoamericanos implicados pertenezcan a los «Latin King», por no encajar ni las nacionalidades a las que pertenecen ni estar identificados ni fichados; el director de seguridad de Alcorcón, José García Archidona, es de la misma opinión, si bien lo apuntó como una vaga hipótesis. Tampoco atribuyen lo sucedido a racismo o xenofobia, sino más bien a una cuenta pendiente por ocupación del espacio – canchas, parques – de las que se suelen apropiar estos inmigrantes.
A pesar de ello, el «Latin King fuera», «Vamos a por ellos, vamos a matarlos», fueron algunas de las consignas más repetidas ayer, mientras que, por las inmediaciones no se veía a ningún latino. «Todos son chavales muy jovencitos por no decir niños, de entre 16 y 18 años , y de origen español y meten en el mismo saco a todos los suramericanos «raperos»».
Hasta el lugar se desplazaron, un día más, varias dotaciones de la Policía Local y Unidades de Intervención Policial (UIP), los denominados antidisturbios. Al final, tras alguna algarada, el grupo se disolvió, y los agentes detuvieron a dos menores por atentado contra la autoridad y desórdenes públicos. Los funcionarios de ambos cuerpos recorrían las calles para controlar y prevenir posibles actos violentos, y se mantenían en alerta. Al cierre de esta edición se habían incautado varias armas blancas.
¿El motivo del llamamiento de ayer? O bien una demostración fuerza o de indignación al ser tres de los cuatro heridos españoles. A pesar de que el director de Seguridad del municipio – 165.000 habitantes – , considera lo ocurrido un «hecho aislado que se está magnificando», lo cierto es que los tres días seguidos de revueltas han causado preocupación en los residentes que no entienden muy bien qué está ocurriendo.
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