"El Oaxaqueño". MÉXICO: "Excluidos aquí y allá"

Prensa Latinoamericana, 21-01-2007

Hace unos meses la agencia de noticias AP publicó una nota acerca de la situación de los indígenas en Estados Unidos. Aunque esta historia no es nueva porque varias investigaciones se han realizado al respecto, pocos avances se han visto en relación con la situación de estos hombres y mujeres que salen de sus pueblos a un mundo totalmente ajeno a sus costumbres.

Los oaxaqueños no somos ajenos a esa situación. Sobre todo aquellos que no hablan español, porque muchos más alguna vez se han sentido extranjeros en su propio país.

Aunque parezca increíble, en México todavía hay una cultura de discriminación hacia lo indígena y muchas veces, es fuera de nuestro país, donde se le da más reconocimiento.

Sin embargo, aunque en el extranjero se les dé reconocimiento, también hay exclusión, humillación y abuso. Sus sufrimientos son los mismos aquí y allá. Tragedias desgarradoras viven en México por la pobreza en la que están sumidos y episodios que los vuelven víctimas de su misma ignorancia.

Llegan a este país y vuelven a toparse a la misma tragedia, porque su ignorancia aumenta. Muchos indígenas están en las cárceles de este país pagando condenas de actos que cometieron sin saber que era un delito.

Esa parte de la migración indocumentada es realmente la que vive entre las sombras, porque se esconden hasta de los mismos latinos por no saber comunicarse entre ellos en español. Aquí ganan dinero, pero viven peor que en sus comunidades.

La necesidad de intérpretes cada vez es mayor. Los jueces, de las diferentes cortes donde habitan un gran número de indígenas, la mayoría oaxaqueños, siempre están buscando interpretes que les ayuden a traducir a los que están en espera de un juicio.

Consideramos que es importante que el presidente Felipe Calderón fije especial atención en este aspecto. El problema de los indígenas no puede tratarse como un tema general de la migración, aunque sea parte de ella, porque simplemente desde siempre se le ha señalado como un grupo aparte de los mexicanos.

Los indígenas necesitan atención del gobierno. Un trato preferente porque desde siglos se les ha relegado. Los consulados mexicanos que cubren las zonas rurales, donde se encuentran la mayoría de ellos, deberían tener un programa especial para asistirles, es evidente que el trabajo que realizan las organizaciones no lucrativas no es suficiente.
El gobierno federal mexicano, y los gobiernos estatales de Oaxaca, Guerrero, Puebla, Chiapas, por citar algunos, que tienen el mayor número de migrantes indígenas, deberían crear programas en conjunto con las autoridades de este país, para cuando se requiere la asistencia de algún intérprete.

Es increíble que muchos de los indígenas pasen años en prisión sin un juicio adecuado en este país, porque no hay nadie que pueda ayudarlos.

Es trabajo de los gobiernos crear estrategias que permita asistirlos y evitar que paguen condenas injustas o para que paguen condenas justas. Deben asistirlos, no dejarlos solos en otro país extranjero.

No importa cuántas investigaciones, libros escritos sobre ellos o reportajes periodísticos se realicen, mientras no terminen en un impacto positivo es como si nada se hubiera hecho.

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